Mogadiscio.- Los piratas somalíes que tienen secuestrado el atunero español "Alakrana" se mostraron hoy satisfechos de que la Audiencia Nacional de Madrid ordenara la excarcelación de uno de sus dos compañeros detenidos, como menor de edad, pero esperan la vuelta de ambos para negociar la liberación del barco.
Sin embargo, los piratas aseguraron a Efe que no confían en las informaciones sobre la liberación de uno de sus su compañeros y exigieron que "nos devuelvan a los dos", al tiempo que reiteraban las amenazas de represalias contra los 36 tripulantes del Alakrana, especialmente contra los 16 españoles.
Ayer, uno de los dos supuestos piratas detenidos y enviados a España fue puesto en libertad por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, al no ser concluyentes los informes médicos sobre su edad y considerar que podría ser menor.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional acordó hoy su internamiento en un centro de menores de régimen cerrado, a la espera de nuevas pruebas sobre su edad para adoptar una decisión definitiva.
Abdi Madobe, un cabecilla pirata que aseguró que estaba al cargo de la vigilancia del barco español, dijo a Efe por un teléfono satélite "este chico es nuevo en la piratería, por lo que no es una pérdida para nosotros, aunque sí para su familia, y lo que queremos es la liberación de nuestro compañero que aún está en prisión".
Desde Elhur, 60 kilómetros al norte de Haradhere, donde está el cuartel general de los piratas, Madobe repitió las exigencias a las autoridades españolas de que "liberen a nuestros compañeros y eviten cualquier acción militar, pues si no cumplen estas condiciones, su gente sufrirá las consecuencias".
Por otro lado, fuentes locales informaron a Efe de que los piratas han empezado a tomar medidas de seguridad para evitar un ataque para liberar a los tripulantes del Alakrana, secuestrados desde el pasado 2 de octubre, y a amedrentar a la población de Haradhere y Hobyo para que no colabore en una eventual acción contra ellos.
El subcomisario de Policía del distrito de Hobyo, Abdi Fatah Ali, explicó a Efe que la actuación de los piratas impide la movilización de la población: "Los piratas han iniciado una violenta búsqueda, intimidan a la gente, disparan al aíre y avisan a la gente de que tomarán represalias si espían para los españoles".
"Les hemos pedido que dejen de acosar a la gente, pero hacen oídos sordos", agregó Ali, quien señaló que los piratas tiene miedo de que la fuerza naval española y el resto de barcos de guerra de la operación Atalanta de la Unión Europea en las aguas cercanas a Somalia puedan llevar a cabo un ataque.
Otro grupo de piratas con base en el puerto de Haradhere también amenazaron con matar a los tripulantes de un carguero chino si la Armada de China intentaba utilizar la fuerza para rescatarlo, según dijeron hoy medios locales somalíes.
El Gobierno chino anunció ayer que había comenzado las operaciones para rescatar al carguero "De Xin Hai", secuestrado 700 millas (1.300 kilómetros) al este de la costa de Somalia, en el abordaje más al este de su país realizado por los piratas somalíes.
El carguero, de 40.000 toneladas y con bandera china, transportaba carbón entre Suráfrica e India cuando fue secuestrado con 25 marineros a bordo el pasado lunes.
Con los secuestros del atunero español y el carguero chino, los piratas somalíes tienen en este momento en su poder al menos seis barcos con 146 tripulantes, según la organización no gubernamental Ecoterra, dedicada al seguimiento de la navegación y la pesca en la costa oriental de África y con sede en Nairobi.
La actividad de los piratas somalíes decreció considerablemente en los meses pasados, en la época del monzón, pero al mejorar las condiciones para la navegación en el océano Índico y en el golfo de Adén desde el mes pasado han vuelto a aumentar sus ataques.
La piratería ha registrado un considerable aumento en las aguas cercanas a Somalía desde 2005 y, gracias a los elevados rescates cobrados por los piratas en este tiempo, han mejorado sus medios de navegación, comunicaciones y armamento, por lo que han extendido su actividad a aguas más alejadas de su costa y a barcos mayores.
Somalia no tiene un Gobierno efectivo desde 1991 y vive una situación de violencia constante, caos político y ruina económica, lo que ha llevado a muchos pescadores a dedicarse a la piratería para salir de la miseria en que viven.
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