México.- México, 19 oct 2009 (EFE).- La violencia del narcotráfico dejó este fin de semana al menos once muertos en México, siete en el estado sureño de Guerrero y cuatro en el norteño de Baja California, entre ellos varios con mensajes de sus verdugos y una mujer decapitada, informaron hoy fuentes oficiales.
De los fallecidos en Guerrero, cinco fueron encontrados en el puerto turístico de Acapulco, costero con el Pacífico, con la firma de "El jefe de jefes", que por primera vez se identificó en el texto como el narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, que con sus hermanos forma un grupo criminal escindido del cartel de Sinaloa.
Las víctimas tenían edades de entre 16 y 23 años y todavía no han sido identificadas.
Dos de ellas fueron localizadas en Barra Vieja, una zona turística de la localidad; otra en la colonia Nicolás Bravo, una en el libramiento Paso Texaca y la última en el Poblado del Treinta, a las afueras de la ciudad.
"Esto le va a pasar a todos los asaltantes, secuestradores, extorsionadores y rateros de casa habitación", decían las notas abandonadas junto a los asesinados.
Por otra parte, en el municipio de Petatlán, a 30 kilómetros del balneario turístico de Zihuatanejo, al norte de Acapulco, un coche patrulla de la Policía del Estado fue objeto de una emboscada que dejó un agente y un civil muertos.
La Secretaria de Seguridad Pública informó que el ataque se registró en el punto conocido como El Calvario, donde unos desconocidos camuflados entre la maleza dispararon contra el vehículo policial.
En el ataque falleció el policía Audón Castillo, de 21 años, y el civil Maciel Betancourt, de 68 años, que viajaba en un autobús de pasajeros que quedó en medio del fuego cruzado.
A 50 metros de la emboscada los atacantes, que se identificaron como la "Familia Guerrerense" y la "Familia Michoacana", dejaron al parecer un mensaje para el secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, al que acusaron de apoyar a grupos criminales en detrimento de otros.
La semana pasada en Guerrero se registraron 42 asesinatos ligados al crimen organizado, de los cuales veinte fueron con el sello de "El jefe de jefes".
En el caso de Baja California, las cuatro víctimas fueron halladas en Tijuana, ciudad fronteriza con San Diego (Estados Unidos).
El sábado a primera hora fue encontrado el cuerpo sin vida de un hombre colgado de un puente, con la lengua y varios dedos mutilados, en un tramo del Corredor 2000, en el este de la ciudad.
Horas después fue descubierto el cadáver sin cabeza y sin manos de una mujer junto a las aguas de la presa Abelardo L. Rodríguez, en la subdelegación de Los Pinos.
Ese mismo día, un enfrentamiento armado dejó como saldo un policía municipal y un sicario fallecidos, así como otros dos agentes lesionados y cuatro delincuentes detenidos.
El tiroteo se produjo cuando un coche patrulla fue atacado en un transitado bulevar por varios hombres armados que se desplazaban en distintos automóviles, lo que derivó en una persecución en la que intervinieron otros vehículos policiales.
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