Badalona (Barcelona).- Jimmy Dolan, entrenador universitario, viaja a África para fichar a Saleh, un joven y gigantesco miembro de una tribu africana al que ha visto jugar en un vídeo sobre una misión católica en Kenia.
A Dolan le cuesta mucho convencer a los padres de Saleh para que dejen viajar a su hijo a Estados Unidos, pero al final lo logra y el gigantesco y anónimo chico africano se convierte en la estrella del equipo universitario de baloncesto.
Este es el argumento de una 'Tribu en la cancha', una película de 1994 protagonizada por Kevin Bacon. El guión, de la factoría Walt Disney, bien podría haberse inspirado en la vida de Bienvenu Letuni, un jugador de 2,24 metros nacido en una modesta aldea de Bandundu (República Democrática del Congo), si no fuera porque éste nació el mismo año que se estrenó el film.
Letuni, de 15 años y que apenas hace ocho meses que juega a baloncesto, está a prueba en el DKV Joventut desde el pasado viernes. Le acompaña Webber Lufanga, un base de 1,88 metros, natural de la capital, Kinshasa, y que tiene su misma edad, aunque mucha más experiencia en las canchas.
El centroafricano Anicet Lavodrama, ex jugador del Joventut y OAR Ferrol, entre otros equipos ACB, los descubrió en un campus que la agencia para la que trabaja, U1st, organizó hace unos meses en Kinshasa y en el que participaron una veintena de chicos.
A Lavodrama un colaborador le avisó de que en Bandundu había "un joven de tamaño extraordinario que valía la pena ver" y el ex pívot africano lo arregló todo para que Letuni participara en el campus de la capital. El ex pívot se quedó "asombrado por su altura y el tamaño de sus manos" y, tras ver sus evoluciones en la pista, pensó que podría ganarse la vida jugando.
A Letuni lo acompañó Lufanga -"el base más atlético, más maduro y con más capacidad de liderazgo que había en el campus", apunta Lavodrama- y ambos viajaron a España para probar suerte, primero en la 'Penya' y, a partir de mañana, en el Baskonia.
En Badalona ambos jóvenes trabajan los fundamentos por la mañana con Jordi Martí, director de la cantera verdinegra, y con uno de los mejores jugadores de la historia del club, Josep Maria 'Matraco' Margall, y por la tarde se entrenan junto al equipo cadete.
Se alojan en el piso de jugadores becados que el Joventut tiene en Barcelona y donde "les han acogido muy bien", asegura Lavodrama. Entre otras cosas, porque ambos chicos cuentan con la inestimable ayuda de un compatriota suyo, Christian Eyenga, también surgido de las categorías inferiores de la entidad y quien les está haciendo de 'cicerone'.
Letuni padece gigantismo, una alteración en el crecimiento que en breve resolverá con una intervención quirúrgica, como en su día hicieron Roberto Dueñas o Gheorge Muresan.
Su gran altura y su corta edad han llamado la atención de los medios, pero Martí, jefe de la cantera verdinegra, cree "un poco injusto" que él se lleve todo el protagonismo y que Lufanga, "un jugador mucho más bueno técnicamente, más evolucionado y que puede dar un rendimiento mucho más inmediato" pase inadvertido.
En la cancha anexa del Olímpico de Badalona, mientras Webber Lufanga es capaz de exhibir todo su repertorio de tiros, mates y penetraciones, Bienvenu Letuni se esfuerza por coordinar, balón en mano, su enorme cuerpo de gigante.
"Es un jugador que tiene muy buena edad para que, con este físico, poder trabajar sin prisas a un plazo, por ejemplo, de cuatro años", explica Martí, quien destaca que "sólo con los días que lleva aquí entrenándose, ya ha dado un salto increíble en cuanto a coordinación".
En cualquier caso, Anicet Lavodrama deja claro que el club que los quiera no tendrá que escoger entre ambos. "Los dos son muy jóvenes, y es una responsabilidad enorme arrancarles de su entorno para trasladarlos a otro totalmente desconocido en que el idioma también es distinto. Así que lo apropiado es que trabajen juntos y se apoyen el uno al otro".
Aunque mañana Bienvenu y Webber viajarán a Vitoria para probar en el Caja Laboral durante cinco días, Lavodrama ya tiene claro que le gustaría que los chicos acabasen en la 'Penya', "el mejor club de España para formar jugadores".
El ex jugador del Joventut se siente orgullo de poder encontrar joyas como Lufanga y Letuni en su África natal. Eso sí, al contrario que Jimmy Dolan en 'Una tribu en la cancha', al ex pívot centroafricano no le costó demasiado convencer a los padres de ambos para que los chicos se dedicaran a esto.
Especialmente los de Bienvenu, "gente humilde que nunca pensó en que su hijo podría utilizar el baloncesto como medio de vida". Ahora, sin embargo, están encantados. Y este gigante de 15 años más aún. "Aquí tiene una cancha de baloncesto, cuatro o cinco balones para practicar, zapatillas de su número y gente pendiente de él", concluye su descubridor.
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