Bilbao.- El poeta asturiano Antonio Gamoneda ha asegurado hoy en Bilbao que "la humillación y la persecución sexual de los frailes" que sufrió en el colegio de los Agustinos de León, donde cursaba el Bachillerato, le "sacaron" de sus estudios.
Gamoneda ha repasado en una conferencia de prensa alguno de los episodios de su infancia desde los 5 a los 14 años que han servido de base para realizar su último trabajo literario, titulado "Un armario lleno de sombra", en el que relata sus recuerdos comprendidos entre el 21 de julio de 1936 y el 30 de mayo de 1945.
Gamoneda protagoniza hoy la Semana de la Poesía de Bilbao, que se celebra en la capital vizcaína desde ayer y hasta el próximo día 20 de octubre, con una velada en la que esta tarde hablará de su libro y recitará una selección de poemas suyos que no han sido publicados, "como un humilde regalo a Bilbao por esta invitación que me ha hecho".
El poeta asturiano, uno de los escritores contemporáneos españoles más galardonados, ha explicado que el 21 de julio de 1936 arrancan sus recuerdos propios de la infancia porque ese día comenzó en León, ciudad a la que se había traslado a vivir con su madre, la sublevación de los militares contra el gobierno de la República que en el resto de España se produjo el 18 de julio.
Gamoneda ha agregado que el libro termina el 30 de mayo de 1945 porque ese día tuvo que abandonar el colegio de los Padres Agustinos de la ciudad castellana porque "los frailes metían mano a todos los chavales y porque mi madre no tenía dinero para comprarme los libros de texto".
"Que fuera a clase sin libros -ha recordado- les importaba poco a la mayoría de los frailes, pero uno de ellos me sometió a la vergüenza y humillación ante el resto de la clase por ir sin el libro de texto".
"Al día siguiente, después de cumplir los 14 años, comencé a trabajar a doble jornada como recadero y como meritorio, encendiendo la calefacción, a las cinco de la madrugada, del Banco Mercantil de León, hoy desaparecido", ha evocado.
El Premio Cervantes de Literatura (2006) y Nacional de Poesía (1988) ha señalado que en "Un armario lleno de sombra" ha intentado hacer "un libro desprovisto de preciosismo literario" y ha revelado que lo ha tenido que escribir dos veces porque la primera le quedó "como el inventario de una fábrica".
"Tras reflexionar -ha agregado-, decidí reescribirlo dando entrada al pensamiento poético, y hacerlo así más realista y, quizás, más legible, al darme cuenta de que el pensamiento poético no es un adorno que yo tengo, sino que supone una manera de pensar y de estar en la vida".
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