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La firma del contrato entre General Motors y Magna podría aplazarse

EFE
Actualizado 15-10-2009 14:26 CET

Fráncfort (Alemania).-  La firma del acuerdo de compra-venta de Opel por General Motors, Magna y Sberbak podría no firmarse hoy como estaba previsto ante la falta de acuerdos en los frentes de negociación aún abiertos.

Fuentes consultadas por Efe entre las partes implicadas en este proceso dijeron que es posible que el acuerdo no se firme hoy ante notario, como se había planeado inicialmente, sino que se haga mañana o incluso el sábado.

La condición para firmar el contrato es un acuerdo entre los comités de empresa de Opel y el comprador Magna, lo que aún no ha ocurrido, ni en Zaragoza ni en Rüsselhseim, donde los líderes sindicales mantienen reservas sobre el grado de decisión que tendrá la plantilla en el nuevo Opel.

En España, el comité de empresa no ha aprobado renunciar hasta 2014 a la parte que le corresponde a la renuncia salarial en todo Europa por un total de 265 millones de euros.

La confirmación por escrito de los trabajadores aceptando el sacrificio que supondrá la aplicación del plan de reestructuración y ahorro de la futura empresa Opel es una condición de firma.

Las partes firmantes serán, por un lado GM, que retendrá el 35 por ciento del capital de Opel, y, por otro, Magna y Seberbank que adquieren a partes iguales el 55 por ciento.

Los trabajadores de Opel se harán con el 10 por ciento restante.

El plan de saneamiento que ha propuesto Magna prevé recortar 11.000 empleos en Europa, casi una cuarta parte del total, de ellos unos 1.650 en la planta española de Figueruelas (Zaragoza), según informaciones que ha publicado la prensa alemana.

La factoría de Opel en Figueruelas emplea actualmente a unas 6.400 personas y la reducción de puestos de trabajo prevista en España se produce en beneficio de la factoría alemana de Eisenach ya que se trasladaría aquí la producción del Corsa de tres puertas.

La propuesta de deslocalizar la producción española del Opel Corsa de tres puertas en favor de la planta alemana de Eisenach fue acuñada por el presidente del comité de empresa europeo de Opel, Klaus Franz, y no por Magna.

El sindicalista alemán explicó que esa propuesta, que Magna ha hecho suya, responde al principio acordado entre los sindicatos de Opel de "compartir el dolor".

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