Damasco.- El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió hoy con el presidente sirio, Bachar al Asad, a trabajar por la paz en Oriente Medio, donde cumplirá el "encargo" del presidente estadounidense, Barack Obama, de apoyar sus esfuerzos en favor de las negociaciones.
El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, resumió en rueda de prensa la reunión de Zapatero y Al Asad, punto central de la primera etapa de la gira por Oriente Medio que inició hoy el presidente del Ejecutivo español.
Al Asad, según Moratinos, confió en que España, el país "más cercano" a Siria dentro de la UE, haga de la presidencia europea que ostentará en el primer semestre de 2010 "un motor de dirección, de movilización, de construcción de la paz".
Zapatero llegó a Siria tras mantener su primera entrevista en la Casa Blanca con Obama, quien, según explicó Moratinos, mostró su deseo de trabajar en Oriente Medio con España, como país y como futura presidencia de la UE, para aprovechar sus "buenas relaciones e influencia" en la región.
"Traemos el encargo de ayudar, apoyar, acompañar los esfuerzos de la administración Obama", recalcó Moratinos, quien mañana, jueves, se reunirá en Israel con el enviado estadounidense para Oriente Medio, George Mitchell.
En una conversación informal con los periodistas que siguen la gira, Zapatero se mostró optimista sobre las posibilidades de avanzar en el proceso de paz entre palestinos e israelíes y subrayó la "confianza" que genera España en la región y su "credibilidad".
A su juicio, avanzar hacia la paz pasa por dos factores clave: la reconciliación palestina y la congelación de los asentamientos judíos.
Zapatero, que mañana llegará a Jerusalén, aseguró que hablará con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, del "horizonte ineludible de un Estado palestino", punto que forma parte de una "solución global" que debe incluir respuestas para los refugiados, el estatus de Jerusalén y las fronteras.
En su opinión, toda la comunidad internacional está obligada a "intentarlo", a pesar de que el proceso de negociación haya sido siempre "una historia de frustraciones" y de que haya que hacer "grandes esfuerzos para pequeños resultados".
Moratinos recordó, por su parte, que Siria es un factor clave en esa paz, abogó por reactivar las negociaciones de este país con Israel y consideró que debe ser Turquía quien de nuevo actúe como mediador para buscar una solución al litigio territorial de los Altos del Golán, ocupados por los israelíes desde la Guerra de los seis días, de 1967.
España, dijo Moratinos, tiene buenas relaciones tanto con Turquía como con Siria e Israel y trabajará para "acompañar" los esfuerzos de estos tres países, como hará con israelíes y palestinos.
En este contexto, Moratinos calificó de "noticia positiva" que el movimiento nacionalista Al Fatah haya firmado un acuerdo de reconciliación con los islamistas de Hamás para resolver la crisis interna que viven los territorios palestinos desde 2007.
En este sentido, Moratinos expresó su confianza en que Hamás, que controla la franja de Gaza desde junio de 2007, suscriba también ese pacto.
Al margen de esta cuestión, Zapatero y Al Asad abordaron las "excelentes" relaciones bilaterales y acordaron intensificar los vínculos comerciales y empresariales en tres áreas estratégicas: la energía; las infraestructuras y el transporte - incluido el ferroviario-, y el sector agroalimentario.
Moratinos adelantó que la secretaria de Estado de Comercio, Silvia Iranzo, visitará pronto Damasco acompañada de una delegación empresarial para impulsar nuevos proyectos.
El ministro de Exteriores sirio, Walid al Moallem, subrayó el interés de su país de profundizar las relaciones económicas y destacó las posibilidades de colaboración de las empresas españolas en Siria.
Zapatero comenzó su estancia en Siria con una visita a la Gran Mezquita de los Omeyas de Damasco, donde, en una improvisada conversación con un imán, lanzó un mensaje de "diálogo, tolerancia y respeto" e abogó por la paz entre todas religiones, culturas y naciones.
Su agenda siria se cerró con una cena con Bachar al Asad y mañana continuará su gira en Israel y Cisjordania para concluir el viaje el viernes visitando Jordania y las tropas españolas desplegadas en Líbano.
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