Torquemada (Palencia).- Una empresa palentina ha comenzado a elaborar mermelada de pimiento dando un giro dulce a la hortaliza estrella de la huerta de Torquemada, el pimiento, que nace en la vega de Torquemada (Palencia) entre los ríos Arlanza y Pisuerga y obtuvo la Marca Colectiva en 2008.
Hechas las primeras pruebas, los hermanos Valdespina, Pepe, Antonio y Luis Ángel, han comenzado a elaborar, este mes de octubre, mermelada de pimiento.
El objetivo es fabricar unos 2.000 tarros de dulce de morrón, elaborados como se hacía antaño, porque según ha explicado a Efe Luis Angel Valdespina, la mermelada de pimiento no es un invento nuevo, sino que se hacía en Torquemada para aprovechar los excedentes de la huerta.
Pimiento, azúcar, canela y zumo de limón son los ingredientes principales de este producto de textura "suave y agradable" en el que se mezcla el sabor fuerte del pimiento con el dulce del azúcar, y que estará listo para probar en Navidad.
Este es el reto que se ha marcado esta pequeña empresa agroalimentaria, situada en Torquemada, que ya en 2004 dio el paso a la transformación de los pimientos que cultivaban en la huerta, asándolos y envasándolos para acabar con el inconveniente que suponía la temporalidad y estacionalidad de este producto que aguanta fresco un par de meses.
Desde entonces los pimientos de Torquemada pueden comprarse en cualquier época del año y el envasado del producto hace posible que la hortaliza estrella de la huerta alcance otros mercados, principalmente en Castilla y León y el País Vasco.
Llegados a este punto, los hermanos Valdespina, que han aprendido todo lo que saben de su padre, Salustiano Valdespina, "Salus", han querido dar una vuelta de tuerca y seguir innovando con un producto tradicional pero sin romper con "la elaboración absolutamente artesanal" que caracteriza todos los productos que salen de "Hortalizas Salus".
"Con la mermelada de pimiento, hemos querido innovar de alguna manera, sin perder la esencia de lo que es nuestro producto estrella, el pimiento de Torquemada", ha explicado Luis Ángel Valdespina.
Pero además de innovar, para los hermanos Valdespina esta es una alternativa para continuar produciendo y mantener su plantilla de trabajadores más allá de la campaña recogida y embotado del pimiento.
Sin embargo las ansias de expansión de estos productores artesanales se ven frenadas por los precios del mercado, en el que mandan los productos que entran desde Chile, Perú o China.
"Lo que me cuesta a mi un tarro, la etiqueta y la tapa es lo que cuesta un bote de pimientos de Perú", ha denunciado Valdespina.
"Son precios tan ridículos que es imposible competir", ha añadido.
Una situación que desanima a introducir nuevos productos en el mercado ya que "si es difícil mantenerse con los que ya están consolidados, probar con otros nuevos siempre es un riesgo y una incertidumbre", ha subrayado Valdespina, quién destaca que además se trata de un cultivo muy arriesgado, que depende en gran medida del clima.
De cualquier forma, en Navidad podremos probar la mermelada de pimiento y comprobar si las cualidades de esta hortaliza, de color rojo granate, valorada por su grosor, carnosidad y una piel casi inapreciable, se mantienen intactas con una nueva textura.
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