El libro electrónico irrumpe en el mercado para convivir con el papel

Pamplona.-  El mundo de la literatura vive una nueva revolución que en esta ocasión no llega de la mano de los contenidos sino del soporte, con la irrupción del llamado "libro electrónico" que, aunque no en su totalidad, sí podría sustituir en un futuro a gran parte de las ediciones en papel.

El libro electrónico, que estos días ha sido protagonista de la XXVII edición de la Feria Internacional del Libro Líber celebrada en Madrid, es cada vez más habitual en los escaparates de las tiendas tanto de tecnología como en las librerías, si bien su implantación aún está en España por popularizarse dados los precios y la todavía escasa oferta de títulos disponibles en este formato.

Sin embargo, su generalización es cuestión de tiempo, según ha señalado en declaraciones a Efe el director de la empresa Leer-e, pionera en España de dispositivos y libros de tinta electrónica, Ignacio Latasa, para quien estamos a las puertas de "un largo proceso" en el que "el papel va a convivir durante muchísimo tiempo, tanto que no me atrevo a decir que vaya a desaparecer".

Como referente de la evolución en las tradiciones apunta al uso de los caballos, históricamente un medio de transporte y de trabajo, tareas en las que este animal ha sido sustituido sin llegar a desaparecer porque ahora se valora para el ocio.

"Con el libro creo que pasará lo mismo. Hay textos o tipos de libros que desaparecerán porque su valor no está en el objeto en sí mismo sino en lo que contienen y una forma diferente de difundirlo puede ayudar, pero habrá otros libros donde el papel, el objeto en sí mismo, tiene un sentido y un valor que la nueva tecnología no va a poder quitar. Esos convivirán para siempre", augura.

Latasa explica que hay que tener en cuenta dos elementos diferenciados en el uso del libro electrónico, ya que por una parte está el dispositivo o soporte de lectura y por otra el contenido, que se carga en el anterior con las diferentes obras o textos que se pretenden leer.

Sobre el dispositivo de lectura, explica que utiliza una tecnología nueva, llamada tinta electrónica, cuya principal característica es que la imagen no está generada por luz, lo que evita molestias a la vista, permite usarlo bajo el sol y facilita la lectura igual que sobre papel.

Otras de sus ventajas son el bajo gasto de batería, ya que sólo consume con los pasos de página, o la posibilidad de cambiar la tipología y aumentar el tamaño de la letra a conveniencia del lector, a lo que se puede sumar en dispositivos más avanzados la posibilidad de incorporar un diccionario o un cuaderno para anotar textos propios, o el acceso a Internet.

En la actualidad sólo se pueden ver textos en blanco y negro, aunque "el color llegará en 3 ó 4 años".

Entre las desventajas iniciales, el precio parece ser una de ellas, aunque cada vez menor ya que en la actualidad se pueden encontrar aparatos entre los 250 y los 700 euros, según sus prestaciones y tamaño de la pantalla.

En cuanto a los contenidos, el experto reconoce que en la actualidad en España "no hay mucho disponible", ya que corresponde a las editoriales apostar por estos formatos, "y eso es algo que están empezando ahora a hacer", aunque como ejemplo de la rápida evolución asegura que "el año que viene va a haber bastante más oferta", de forma que en unos meses en castellano "habrá entre 5.000 y 7.000 títulos actuales, novedades, en estos formatos".

A ello se unen otros títulos clásicos que en las bibliotecas y organismos oficiales, así como en empresas como la suya, comienzan a traducirse a este formato.

Al respecto, reconoce que entre los autores vivos "aunque hay un poco de todo, la mayoría son favorables a esta novedad porque les interesa sacar un rendimiento económico a lo que escriben" y el libro electrónico es un nuevo canal de ingresos y comercialización.

También admite Latasa que hay problemas añadidos a este formato, como es el pirateo de los textos, que "crea un poco de incertidumbre, por lo que hay muchas cosas por resolver sobre cómo funciona el negocio, pero en general los autores están encantados de contar con cualquier forma extra de poder comercializar sus libros".

Sobre los precios de los contenidos de los libros, aunque todavía por definir, apunta a que se situarán con probabilidad en "más o menos la mitad de su correspondiente en papel".

Sí reconoce como "lógica" la actitud reticente de los lectores a apostar por esta modalidad, algo que también "ocurrió con otras tecnologías como el móvil, al que parece que no nos acostumbrábamos al principio, pero sus ventajas de uso han hecho que poco a poco lo asimilemos y en algunos casos llegue a masificarse".

En el caso del libro electrónico, Latasa considera "seriamente que esto se llegará a masificar porque da unas grandes ventajas de uso, como es poder transportar contigo miles de documentos de cualquier tipo, no sólo libros", entre otras prestaciones.

Al respecto, señala que su empresa vende aparatos de este tipo desde el año 2006 y en la actualidad encabeza la lista de firmas en España por volumen de comercialización y está entre las primeras de Europa, lo que le otorga un valor de referencia acerca de la implantación de estos libros cuando constata el crecimiento de sus ventas, que se multiplicaron por 10 del año 2007 (vendieron 300 aparatos) al 2008 (las ventas fueron de 3.000 soportes).

El perfil de los compradores es el de personas de entre 25 y 45 años "que leen muchísimo y que utilizan este aparato básicamente para leer".