Bogotá.- Las autoridades de Cali, suroeste de Colombia, prohibieron desde hoy portar armas, como una medida para frenar los altos índices de violencia en la ciudad, capital del departamento del Valle del Cauca, que este año contabiliza 1.297 homicidios.
Las mismas autoridades, policiales, militares y civiles, propusieron en un consejo de seguridad, además, la creación de una brigada contra homicidios y mayores controles a las motocicletas de alta cilindrada.
Según algunas fuentes, el incremento de las muertes violentas puede obedecer a las venganzas entre bandas criminales del narcotráfico.
Hasta el pasado 4 de octubre Cali, tercera ciudad en importancia de Colombia, con algo más de dos millones de habitantes, registra un aumento del 21 por ciento en la tasa de homicidios.
"Hemos iniciado octubre con una escalada violenta, altamente dolorosa, a partir de la incautación de dólares y la captura de algunas personas (...). Quienes han muerto en una proporción mayoritaria tienen antecedentes penales", declaró a periodistas el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina.
Ratificó que la mayoría de esos crímenes son ajustes de cuentas entre organizaciones de la delincuencia.
Asimismo, relacionó las muertes en Cali con los decomisos (de droga y dólares) en México y en el puerto colombiano de Buenaventura, e insistió en que esa lucha demanda una cooperación internacional.
"Tenemos un delito trasnacional, es un tema que supera la comarca. Si en México hay fiebre, en Cali se estornuda. En México hay narcotráfico y embalan millones de dólares hacia Buenaventura, entonces la situación demanda esfuerzos multilaterales", dijo Ospina.
El alcalde de Cali también expresó su deseo de "hacer un encuentro con autoridades norteamericanas y mexicanas", para analizar esa situación.
Hace tres semanas en Buenaventura, sobre el Océano Pacífico, cercano a Cali, las autoridades se incautaron de 27 millones de dólares, procedentes en su mayoría del puerto mexicano de Veracruz y según la policía, fruto de actividades de narcotráfico.
Ospina también denunció que Cali se ha convertido en los últimos meses en una ciudad "receptora de delincuentes" de otras regiones del país.
"Muchos de los muertos han sido personas que han emigrado del sur. La presión de las autoridades en Cauca, Nariño y Litoral Pacífico está generando gran llegada de personas asociadas a estas bandas", precisó Ospina.
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