Moscú.- El secretario general de la OTAN, Anders Rasmussen, tranquilizó hoy a los tres países bálticos sobre la reanudación de la cooperación militar con Rusia durante su visita a Estonia.
"La cooperación (entre la Alianza Atlántica y Rusia) debería reducir la tensión y eso, sin duda alguna, responde a los intereses de los países bálticos", señaló Rasmussen en rueda de prensa, según informó la agencia Baltic News Service.
Rasmussen, que nada más asumir el cargo abogó por abrir una nueva página en las relaciones con Moscú, confía en "una mejoría de las relaciones con Rusia, lo que requiere un aumento de la confianza".
"Cuán exitosos seamos dependerá de los esfuerzos de ambas partes", que suspendieron su cooperación tras la guerra ruso-georgiana de agosto de 2008, matizó.
El jefe de la OTAN subrayó que los aliados no ven las recientes maniobras militares realizadas por Rusia con Bielorrusia, "Lágoda 2009", y "Zapad 2009" "como una fuente de amenaza".
Con todo, añadió, "razones para la inquietud, por supuesto que las hay".
En cuanto a las aspiraciones de entrada en la OTAN de Ucrania y Georgia, respaldadas por los bálticos y Polonia, Rasmussen aseguró que esos países pueden acceder al bloque militar euroatlántico, pero antes deben "cumplir con los criterios de ingreso".
Rasmussen abordó este y otros asuntos, como la situación en Afganistán, con el presidente estonio, Hendrik Ilves, y también con el ministro de Defensa, Jaak Aaviksoo, y jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas del país báltico, el general Ants Laaneots.
El danés se reunirá esta tarde con los líderes de la vecina Letonia y el viernes se desplazará a Lituania, tercera y última escala de su gira.
Los países bálticos, estrechos aliados de Estados Unidos y que tienen unas tensas relaciones con su vecino ruso, recelan de la decisión de Rasmussen de reanudar la cooperación militar con Moscú.
Además, Rusia y la OTAN también han acordado analizar conjuntamente las amenazas a la seguridad de la región euroatlántica como el terrorismo, la proliferación de armas de destrucción masiva, el narcotráfico, la piratería y el crimen transfronterizo.
En el plano bilateral, la OTAN decidió, ya con Rasmussen en el cargo, prolongar hasta 2014 su misión de vigilancia del espacio aéreo de los tres países bálticos.
Al carecer de fuerzas aéreas propias, la vigilancia del espacio aéreo báltico ha corrido a cargo desde 2004 de aviones y pilotos de países aliados, cuyas misiones de patrulla expiraban en 2011.
Con todo, los bálticos habían pedido a Bruselas que mantuviera como permanente esta misión de vigilancia o, al menos, la prolongara hasta 2018.
Los temores de los países bálticos por su seguridad se avivaron con la guerra ruso-georgiana por el control de la separatista Osetia del Sur, la primera intervención militar rusa en el exterior desde la caída de la URSS en 1991.
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