Madrid.- Las autoridades francesas han entregado hoy a España al presunto etarra Esteban Murillo Zubiri, detenido en octubre en Bidarrai (Francia), para ser juzgado por su presunta participación en un atentado en Pamplona en 1982 que costó la vida a un policía nacional e hirió de distinta consideración a ocho.
Murillo Zubiri, según informa el Ministerio del Interior, ha sido hoy trasladado desde Francia por agentes de la Policía Nacional adscritos a la Unidad de Cooperación Policial Internacional de la Comisaría General de Policía Judicial, en virtud de una orden de extradición cursada por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.
El presunto etarra está reclamado por integración en banda terrorista, ocho asesinatos en grado de tentativa y uno consumado, robo de vehículo, detención ilegal y tenencia de explosivos, entre otros delitos.
Según la orden de extradición de Garzón, Murillo, integrante del "comando Nafarroa" de ETA, alojó a otros miembros del mismo comando en su domicilio, con conocimiento de los atentados que éstos perpetraban y de los que planeaban cometer.
Se le atribuye también su participación en un atentado cometido en 1982 en Pamplona (Navarra) contra una tanqueta de la Policía, en el que murió un agente, uno resultó herido grave y siete de carácter leve.
Los hechos por los que está reclamado se produjeron el 17 de abril de 1982 en el Puente Viejo de la Magdalena de Pamplona, cuando los miembros del "comando Nafarroa" de ETA, del que formaba parte junto a Mercedes Galdós, Juan José Legorburu y José María Zaldua, dispararon un lanzagranadas contra una tanqueta de la Policía Nacional, lo que causó la muerte de un agente e hirió a otros ocho.
En el auto de procesamiento se acusa a Murillo de ocultar en un piso a Galdós, Legorburu y Zaldua, donde prepararon el atentado, y, por tanto, se le considera colaborador necesario y le imputan un delito de asesinato terrorista y ocho de asesinato terrorista intentado.
Murillo huyó de su domicilio en 1986, a raíz de la caída de los miembros liberados (a sueldo) del "comando Nafarroa", y fue detenido en el aeropuerto de Amsterdam en enero de 1999, procedente de México.
Holanda lo extraditó el 27 de julio de 2000 -fue el primer presunto etarra que entregaban las autoridades holandesas a España- para ser juzgado por su participación en el asesinato del Policía Angel Postigo Mejías, en 1980, aunque tras la celebración del juicio resultó absuelto al no quedar probada su participación en el asesinato.
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