La ciencia española no necesita tijeras

Pese a que en España sólo se destina el 1,27% del PIB a I+D (la media europea es superior al 2%), se anuncian fuertes recortes (15%) en los presupuestos del 2010 para la financiación de la ciencia. ¿Es la salida a la crisis volver por dónde hemos venido?

Al enfrentarnos a la crisis no sólo debemos quedarnos con el lado oscuro de ésta (la incertidumbre, los malos tragos, el paro) sino también debemos saber que puede convertirse en una oportunidad. La oportunidad de replantearnos qué hemos hecho mal y rectificar para no caer en los mismos errores. En España, el "pecado" capital ha sido la avaricia de unos pocos por grandes beneficios a corto plazo, bien sea en forma de especulación inmobiliaria o bien de especulación financiera. Tras el batacazo económico, unos pocos han terminado con los bolsillos llenos y millones de personas en el paro o con dificultades económicas.

Ahora sería el mejor momento para reforzar nuestra economía, volverla más sólida, menos centrada en el ladrillo (39% del PIB) y en el turismo (10% del PIB), que no duran siempre, y más en otras áreas que llevaran no sólo a un desarrollo económico a largo plazo sino también a un aumento de la calidad de vida y el bienestar de la sociedad. Apostar por la ciencia, la innovación y el desarrollo es apostar por esta última opción. Por un modelo de desarrollo económico a largo plazo donde toda la sociedad (y no sólo unos pocos) termina beneficiándose de éste.

Sin embargo, en lugar de enmendar los errores, se está optando por cerrar el círculo para terminar en donde habíamos empezado. Mientras los bancos y el sector inmobiliario (los principales causantes de este descalabro) reciben suculentas ayudas para alejarlas de su agonía, la ciencia ve recortada sus presupuestos. De convertirse en una solución pasará (si nadie lo evita y los presupuestos se aprueban) a ser una víctima más de esta crisis. Inicialmente, se anunciaron recortes de hasta el 37% en I+D pero, ante la alarma producida en la comunidad científica, se ha planteado finalmente como un recorte general del 15%. Este recorte será aún más sangrante en los organismos de investigación sanitaria con un 25%.

A todos los españoles nos gusta y nos hacen sentir orgullosos cuando vemos noticias de científicos de nuestro país que han descubierto, desarrollado o inventado algo importante. Recientemente, hemos podido ver como el primer fármaco contra el cáncer desarrollado en España veía la luz para su aplicación en numerosos países, también como españoles lograban la invención de un ordenador que interpreta el lenguaje de los sordos y qué decir, de las energías renovables, un área en la que muchos científicos están logrando paso a paso mayor eficiencia en la obtención de energía. Si queremos que estas buenas noticias sean cada vez más frecuentes y queremos asentar nuestra economía en algo sólido, recortar en ciencia es recortar las posibilidades de que todo lo anterior ocurra.

Yo, si cabe, me siento doblemente orgullosa de los científicos en España con éxito, porque han conseguido esos logros pese (y no gracias) a las condiciones de la ciencia en España. La mayoría de científicos que se deciden a irse al extranjero (y es un porcentaje muy importante) para poder salir adelante y con éxito en la investigación no regresará nunca a nuestro país. Cuando, dentro de unos años (porque es cuestión de años que lo reciba) otro español expatriado reciba un Nobel de ciencia, concretamente de Física, como es Ignacio Cirac, nos lamentaremos porque será un ciudadano alemán el que lo reciba. De seguir viviendo en España, no habría llegado tan lejos, justo igual que ocurrió con Severo Ochoa.

Como final, me quedo con una brillante y acertada frase de Guinovart, presidente de la Confederación de Sociedades Científicas de España: "Si creen que la investigación y la educación son caras, prueben con la ignorancia y la mediocridad"

PD: Ese artículo forma parte de una iniciativa de cientos de blogueros y especialmente de Javier Peláez como consecuencia del recorte en I+D anunciado hace unos días. Puedes seguir el desarrollo de la misma en Twitter, Facebook y en la web: La ciencia española no necesita tijeras.