No nos cabe duda del poderío de Brasil, y más desde que se comió a Tokio, Chicago y Madrid en la pugna por los Juegos Olímpicos. En la última década este país se ha convertido también en una superpotencia en la producción de modelos, que no de supermodelos. Y es que si bien entre casi 200 millones de habitantes es normal que haya un montón de chicas guapas, lo cierto es que todavía no ha salido una Kate Moss o una Schiffer de sus agencias. Tienen a su favor que siempre ofrecen una imagen mucho más saludable, curvilínea y sensual que, por ejemplo, sus compañeras de profesión eslavas, por ejemplo, pero cada día nos damos más cuenta de que lo suyo no es para tanto.
Y tú dirás, ‘¡pero si tienen a Gisele, la top mejor pagada del mundo!’. Sí, pero hace unos meses ya te dimos debida cuenta de su inusitada decadencia. De hecho, últimamente sabemos de ella porque la han denunciado unos fotógrafos a quienes supuestamente sus guardaespaldas tirotearon durante su boda con Tom Brady. Bueno, también es noticia su incipiente barriguita, porque da clases de pilotaje de vuelo o porque en una reciente campaña le han photoshopeado su embarazo. Como ya te contamos en aquel post, la top se pasa de normalita en su vida diaria, pudiendo llegar a afirmar que realmente carece de estilo y se pasa de sencilla. Las otras supertops que también estuvieron muy bien pagadas en su día (Linda Evangelista, Claudia Schiffer, la misma Kate Moss...) siempre destacaron por su personalidad dentro y fuera de la pasarela. Y ya si nos ponemos un poco en plan víbora... parece que no encontró el amor hasta que dio con su actual marido, que estaba casado y con su mujer embarazada cuando comenzaron su romance. Sí, son cosas que pasan, pero desde luego que fue de lo más escandaloso.
Continuando con otra brasileña muy conocida estos días, nos centramos en Alice Dellal. Ya te hemos contado lo que opinamos de su estilo, aunque a diferencia de la Bundchen ésta sí que parece tener personalidad y estética propias. De cualquier forma, es una top muy inusual ya que es hija de un millonario, ha sido novia de Andrea Casiraghi y le falta casi todo lo necesario para ser modelo: no es alta (1,67, nada para ser maniquí), no es guapa y da un poco de miedo. Lo que la hace especial es su rareza, pero ha resultado ser un bluff y un personaje de lo más cansino. ¡Que no eres tan alternativa, guapa!
El famoso desfile de Victoria’s Secret ha tenido en los últimos años a un montón de brasileñas ejerciendo de ángeles. De hecho, parece que es esta firma de ropa interior la que más cabida da a las tops de esta nacionalidad. Una de las más conocidas es Adriana Lima, pura voluptuosidad aunque jura y perjura que se mantuvo virgen hasta que se casó con su actual marido, un jugador de baloncesto bastante feote. Sorprende que una mujer que ha posado así de provocativa luego sea una ferviente católica... A pesar de todo, puede llegar a ser muy versátil dependiendo de quién la moldee, como ha pasado recientemente en la campaña de Givenchy. Ahora está embarazadísima de manera que anda bastante alejada de la vida pública, y atendiendo a sus convicciones, lo mismo no volvemos a saber de ella.
Las tops brasileñas están viviendo un verdadero baby boom. Alessandra Ambrosio ha sido madre recientemente aunque ha recuperado su vientre plano divinamente. Eso sí... ¿no te da la impresión de que su cara es una más dentro del inmenso catálogo de caras guapas de la moda? Sí, es una de las más cotizadas, pero no acabamos de saber por qué es tan especial.
Hace unos años a Fernanda Tavares nos la encontrábamos hasta en la sopa. ¿Dónde está hoy? Otro nombre que hemos escuchado mucho es el de Raica Oliveira pero su rostro se podría confundir con cualquier otro. ¿Con el de Isabeli Fontana, quizás? ¿O con el de Ana Beatriz Barros?
Citemos a otras dos inconfundibles aunque no por ello buenas modelos, más conocidas por su vida personal que por otra cosa. La primera es Daniela Cicarelli, pura antinaturalidad gracias a sus innumerables operaciones de estética. Era presentadora de televisión en Brasil, pero nosotros supimos de su existencia gracias a su sonada relación con Ronaldo y, después, a ese polvo playero tan televisado. La segunda es Camila Alves o, mejor dicho, la madre de los hijos de Mateo. Se supone que era modelo pero... ¿de qué la conocemos antes de aparecer en la vida de McConaughey? Últimamente ha diseñado sus propios bolsos, unas joyas, y desfiló para Mango en Barcelona demostrando que lo suyo no es andar por una pasarela.
No negamos la belleza de las tops brasileñas, eso es indudable; lo que sí hay que reconocer es que al final lo suyo no era para tanto. Tanto hablar de esa generación de modelos venidas de Brasil, y al final va a resultar que de estas generaciones no va a salir una Christy Turlington, una Evangelista... ni siquiera una Amber Valletta.
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