Dublín.- El primer ministro británico, Gordon Brown, y los dirigentes del Gobierno norirlandés se reunirán este martes en Londres para abordar la transferencia a la provincia de los poderes de Justicia e Interior, una de las últimas cuestiones pendientes del proceso de paz.
Las reuniones se trasladan a la capital británica después de una jornada de encuentros, por separado, en Belfast con el ministro principal, el protestante Peter Robinson, del mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP), y con su adjunto en el Ejecutivo, el nacionalista Martin McGuinness, del Sinn Fein, brazo político del ya inactivo IRA.
Al término de una primera ronda de conversaciones, McGuinness aseguró que ha habido progresos y que es posible llegar a un acuerdo, a pesar de que el "premier" británico no ha puesto aún una cifra al paquete económico que acompañará la transferencia de las competencias de Justicia e Interior.
"Si el Gobierno británico realmente quiere que esto funcione, pondrá el dinero. Gordon Brown ha reiterado que este proceso no fracasará por cuestiones de dinero", añadió el republicano, quien estuvo acompañado por el presidente del partido, Gerry Adams, y la ministra de Agricultura, Michelle Gildernew.
El Sinn Fein y el DUP mantienen posiciones enfrentadas respecto al calendario para la devolución de esas competencias al Gobierno autónomo, actualmente administradas por el Reino Unido.
Mientras el DUP quiere retrasar este proceso, al menos hasta las próximas Navidades, para asegurar una ayuda económica de Londres que ronda los 650 millones de euros, el Sinn Fein considera que la devolución debería haberse acometido hace meses y culpa a Robinson de ralentizarla para apaciguar a los elementos radicales de su partido de cara a las próximas citas electorales.
También Robinson se mostró optimista respecto "al continuo progreso efectuado", pero insistió en que, a pesar de contar con el apoyo de toda su formación, no se tomarán "decisiones apresuradas".
Lo cierto es que esta cuestión ha deteriorado en los últimos meses la relación entre ambos partidos y, en particular, entre Robinson y McGuinness, que ha dejado atrás los primeros meses del Gobierno de poder compartido con el reverendo Ian Paisley, con quien el viceministro principal llegó a tener una estrecha y cálida relación laboral.
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