Chicago despierta atónito de su sueño olímpico

Chicago (EE.UU.).-  Boquiabiertos y enmudecidos, los chicagüenses vieron hoy cómo se desvanecían sus sueños de albergar los Juegos de 2016 cuando el Comité Olímpico Internacional (COI) descartó contra todo pronóstico su ciudad, considerada favorita.

Miles de personas se congregaron en la plaza Daley, en el centro urbano, para seguir en directo a través de varias pantallas gigantes las votaciones del COI en Copenhague, hasta donde había viajado horas antes el presidente Barack Obama para apoyar en persona la candidatura estadounidense.

A pesar de que los residentes de Chicago no estaban convencidos de su victoria, nadie vaticinaba que su ciudad sería la primera en caer eliminada, lo que se reflejó en la estupefacción de los presentes, para quienes la decisión del COI resultaba inexplicable.

"Estoy impactado y entristecido. Estábamos preparados para ello", dijo el popular reverendo Jesse Jackson, quien fue uno más en el tumulto de la plaza.

Unos sentimientos compartidos por la multitud, que durante los últimos días se había cansado de escuchar a expertos presagiar un duelo final entre Chicago y Río de Janeiro para acoger la competición.

"Ni siquiera el presidente lo pudo conseguir, teníamos a Michelle Obama, a Oprah, que es posiblemente la mujer más famosa del mundo, incluso a Michael Jordan. Scottie Pippen estaba aquí hoy, no sé que más podemos hacer", dijo a Efe indignado el joven chicagüense Daniel Fushe.

"Me he quedado de piedra", confesó María Césarez, que había trabajado como voluntaria para la candidatura de Chicago de 2016 y pedía una explicación por lo ocurrido.

Ann Swisshelm, ex atleta olímpica del equipo de Curling de EE.UU. en las Olimpiadas de invierno de Salt Lake City en 2002, no podía ocultar su decepción, aunque se temía que el COI descartase a Chicago antes de tiempo.

"Puede que no fuese nuestra ocasión. La primera ronda siempre es la más difícil porque los miembros del COI siempre se suelen optar por el candidato de su continente y había dos en América. Era una posibilidad perder", aseguró Swisshelm a Efe.

Al asombro y a la incredulidad siguió una palpable pérdida de ilusión para buscar los Juegos en una segunda tentativa, tal y como recogió el diario Chicago Tribune en una encuesta pública abierta en su página web.

Dos horas después de conocerse la derrota, casi el 70 por ciento de los participantes en el sondeo optaban por no volver a intentarlo en 2020.

Ciertamente la perspectiva de que Chicago quiera ponerse nuevamente bajo el escrutinio del COI parece lejana por los costes que supone organizar una candidatura, muchos de ellos provenientes de fondos privados y de colectas ciudadanas y porque quedará poca motivación política tras la ineficacia del viaje de Obama a Copenhague.

Antes de que el COI aguase la fiesta en Chicago, la ciudad se había preparado para vivir un día de fiesta en su céntrica plaza, donde la masiva asistencia de público obligó a las autoridades a desviar el tráfico de las calles aledañas.

Desde primera hora se formaron largas colas para recoger las camisetas naranjas conmemorativas de la candidatura con el logotipo de Chicago 2016, se repartieron banderas y carteles para dar colorido al lugar donde una banda local amenizó en directo la nerviosa espera de los ilusionados habitantes de la urbe.

Unos jóvenes con las letras del nombre de la ciudad escritas en su pecho y al grito de "U-S-A" pusieron la nota pintoresca del día, mientras unas atletas hacían equilibrismos y el ex jugador de baloncesto de los Chicago Bulls Scottie Pippen arengaba a los presentes desde un escenario.

La alegría se esfumó en un instante cuando el COI silenció Chicago.