Madrid.- Los incendios forestales han arrasado este año una superficie de 105.000 hectáreas, cifra algo inferior a la media del decenio 2000-2009, que ronda las 115.000 hectáreas, según un informe del Ministerio del Interior analizado hoy en el Consejo de Ministros.
El informe, que recoge datos de la campaña de incendios forestales, tormentas e inundaciones de 2009, explica que en lo que va de año del año se han registrado 157 incidencias significativas, y que un tercio de ellas han provocado cortes de carretera.
También ha sido "significativo" el número de incendios que han obligado a la evacuación preventiva de personas: 73 siniestros y 37.285 afectados, destaca el informe.
La Unidad Militar de Emergencias (UME) que ha colaborado en las emergencias más graves, se ha movilizado en 32 ocasiones, principalmente en Castilla y León, Andalucía, Comunidad Valenciana y Aragón, precisa el informe.
A nivel internacional, se ha colaborado en diez ocasiones con Portugal y Grecia para la extinción de incendios en sus respectivos territorios, mientras que el Gobierno portugués ha colaborado con España en la extinción de seis incendios en territorio español.
En cuanto a las tormentas e inundaciones, se han producido veintitrés sucesos de mayor o menor gravedad con consecuencias sobre personas o bienes.
Según Interior, la actividad tormentosa a lo largo del verano fue más reducida de lo habitual, si bien se registraron algunos episodios de importancia como los registrados en Galicia entre los días 5 y 10 de junio.
Ya en julio, el informe destaca las precipitaciones caídas en Levante (los días 8 y 9 de julio) y las cuantiosas lluvias registradas en Galicia durante la tercera decena de julio.
Entre los días 8 y 10 de agosto, hubo precipitaciones intensas en algunas zonas del nordeste, sobre todo en el área pirenaica, y en áreas del norte de Castilla-La Mancha que se vieron afectadas por precipitaciones localmente intensas el día 10.
Los que más graves consecuencias produjeron sobre las personas y bienes fueron los ocurridos entre el 8 y 14 de agosto en las provincias de Huesca (Aragón), Toledo, Ciudad Real y Cuenca (Castilla-La Mancha) y Jaén y Granada (Andalucía), precisa Interior.
Estos incidentes provocaron aislamiento de numerosas personas y cortes de carreteras en Granada y Sabiñánigo (Huesca), cortes en el abastecimiento de agua en Jaén; inundaciones de los accesos hospitalarios de Manzanares (Ciudad Real) e interrupción de los servicios de tren y AVE en localidades de Toledo.
En septiembre, el embolsamiento de aire frío en capas altas que penetró en la Península por el Estrecho y que fue recorriendo el litoral mediterráneo andaluz y la costa de Murcia y Comunidad Valenciana, provocó la muerte de cinco personas (tres en Jaén, una en Toledo y otra en Murcia).
Estas lluvias también produjeron numerosas inundaciones, desbordamientos de ríos, viviendas aisladas, cortes de ferrocarril y carreteras en Murcia y Valencia.
La Unidad Militar de Emergencias fue activada el día 27 de septiembre a petición de la Comunidad Autónoma de Murcia ante la gravedad de la situación.
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