Oviedo.- Los incendios forestales pueden aumentar en los próximos años debido al cambio climático y al abandono de las zonas rurales, según ha advertido hoy el responsable de la campaña de bosques de Greenpeace, Miguel Ángel Soto, quien estima que hay que apostar por un nuevo modelo de gestión de las masas arbóreas.
Así lo ha indicado en una rueda de prensa junto con el director general de Política Forestal de Asturias, Joaquín Arce, quien ha comentado que para evitar estos incendios, el Principado elaborará una nueva normativa y reforzará las estrategias de prevención de los mismos.
Ambos han mantenido hoy una reunión, a la que también ha asistido el gerente de Bomberos de Asturias, Antonio del Corro.
Soto ha explicado que el número de grandes incendios forestales ha ido aumentando durante los últimos años como consecuencia del incremento de las temperaturas medias debido al cambio climático, lo que tiene especial repercusión en los países de la zona mediterránea dado que son más vulnerables a estas variaciones.
Desde el año 1961 la temperatura en los distintos puntos del globo ha aumentado unos 0,7 grados, mientras que en España ha ascendido un grado y medio. En Asturias esta subida alcanza un incremento de 0,2 grados cada década.
Pese a ello Soto ha matizado que la causa directa de la quema de bosques no es el cambio climático, sino la gestión que se hace de los mismos.
En este sentido, ha indicado que el abandono rural trae consigo menor presencia humana y de ganado en los montes, por lo que la gestión de las masas boscosas se ve reducida y aumenta la cantidad de follaje y combustible, lo que unido al aumento del calor acarrea más incendios y de mayores dimensiones, que se propagan más deprisa y son de difícil extinción.
Las temperaturas altas y la transformación de los usos del suelo dan lugar a cambios de otros tipos, ha comentado Soto, como de altura en la vegetación, que asciende a cotas más altas en las que antes no estaba presente debido al frío; alteraciones fenológicas -variaciones en la época de reproducción y migración de los animales y en la floración de las plantas- y presencia de nuevas plagas.
Frente a esto, la alternativa son bosques más estructurados y diversos en los que se apueste por la diversificación de especies y un modelo distinto de silvicultura y gestión forestal centrado en la prevención, porque, como ha indicado Soto, "hay accidentes que son evitables desde la Administración pública".
Arce ha afirmado que comparte el análisis hecho por los ecologistas, y ha señalado que su departamento y la Consejería de Justicia trabajarán de manera conjunta para reforzar las medidas de prevención y elaborar una nueva normativa que establezca mayor control sobre las especies.
Además ha dicho que se realizará una gestión del combustible de las masas boscosas -follaje, árboles muertos, etcétera- para obtener energía a través de la biomasa y que todo ello será "una fuente muy importante de generación de empleo" ya que es un trabajo "muy intensivo en mano de obra".
Por su parte Del Corro ha recordado que el principal motivo de incendios en la región son las quemas para generación de pastos, por lo que Bomberos Asturias trabaja con la Administración y la Guardería en concienciar a la población de las zonas rurales para contar con una colaboración más activa en la prevención de esta clase de catástrofes naturales.
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