Bangkok.- Un tribunal birmano rechazó hoy el recurso contra el veredicto de culpabilidad que para la líder del movimiento demócrata, Aung San Suu Kyi, supone otros 18 meses de bajo arresto domiciliario e impide su participación en los comicios del próximo año.
La Nobel de la Paz y líder de la Liga Nacional por la Democracia (LND), única formación política legal en la oposición, fue condenada el pasado agosto, inicialmente a tres años de prisión, aunque el jefe de la Junta Militar de Birmania (Myanmar), general Than Shwe, ordenó conmutar la pena por la de arresto domiciliario.
En un juicio celebrado en la prisión de Insein, Suu Kyi fue declarada culpable de quebrantar el arresto domiciliario que cumplía desde 2003, al cobijar en su casa de Rangún a John Willian Yettaw, un estadounidense que se coló en el interior de la vivienda tras burlar a los agentes que la vigilan.
"El tribunal de la división de Rangún ha desestimado el recurso, pero vamos a apelar ahora en el Tribunal Supremo", indicó en un mensaje, Nyan Win, uno de los tres abogados de Suu Kyi y portavoz de la LND.
Los abogados de la secretaria general de la LND presentaron el recurso contra el veredicto y defendieron en la sesión celebrada el pasado 18 de septiembre el argumento de que Suu Kyi fue juzgada de acuerdo a la legislación establecida por la Constitución de 1974, reemplazada por una nueva el año pasado.
Nyan Win explicó que el tribunal aceptó el argumento de que la Constitución sobre la que apoyó la condena era invalida, aunque en su veredicto los jueces precisaron que la ley de seguridad que le fue aplicada a Suu Kyi para acusarla, continúa en vigor.
"Es bueno que el tribunal haya admitido que la Constitución de 1974 no está en vigor, pero es absurdo que el tribunal ratifique el veredicto", añadió Nyan Win.
El portavoz de la LND señaló que el equipo de abogados de Suu Kyi dispone de 60 días para presentar un recurso en el Tribunal Supremo, parte de un sistema judicial que responde a la voluntad de la Junta Militar.
La pena impuesta a Suu Kyi, que ha pasado 14 años de los últimos 20 en cautividad, desató el pasado agosto una ola de condenas de la comunidad internacional, ya que implica que no podrá participar en los comicios legislativos para los que se preparan varios partidos políticos de nueva creación.
Con vistas a las elecciones, la Junta Militar birmana ha instado a las organizaciones y colectivos, así como a los grupos armados de las mayores etnias del país, a que se transformen en partidos políticos.
Por su parte, la LND, que Suu Kyi condujo a la victoria en las elecciones celebradas en 1991, no ha decidido aún si boicoteará la próxima consulta en respuesta a la falta de libertad de su máxima dirigente.
La oposición y los grupos de exiliados birmanos en el exilio aseguran que la intención el general Than Shwe es mantener a Suu Kyi apartada de la vida pública, antes y después de las elecciones legislativas, sobre las que el gobierno todavía no ha desvelado el calendario del proceso electoral.
De acuerdo a la Constitución aprobada en mayo del año pasado por medio de un referéndum, el estamento militar se reserva una cuarta parte de los escaños de la Cámara.
En un aparente gesto de reconciliación, Suu Kyi envió este mes al jefe de la Junta Militar un mensaje con la propuesta de apoyar el levantamiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea (UE), en respuesta a la falta de libertades básicas en Birmania.
Hasta el momento, la Junta Militar no ha respondido a la oferta de Suu Kyi.
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