Quito.- El Gobierno alemán estudia la posibilidad de consolidar un fondo de 50 millones de dólares por 13 años para apoyar un proyecto ambientalista en Ecuador, que busca dejar bajo tierra un importante yacimiento de crudo en la selva Amazónica del país suramericano.
Así lo confirmó hoy el canciller ecuatoriano, Fander Falconí, al señalar que su país prepara el diseño de un fideicomiso internacional, que permitirá la puesta en marcha del proyecto, conocido como Yasuní-ITT, presentado como una alternativa para combatir el cambio climático.
La iniciativa propone no extraer los 846 millones de barriles de petróleo que se presume se encuentran en el campo ITT, en el parque nacional Yasuní, para evitar la emisión a la atmósfera de unas 407 millones de toneladas métricas de carbono, que se producirían por la quema de esos combustibles fósiles.
El proyecto busca obtener una contribución internacional de 350 millones de dólares anuales, durante los próximo 12 ó 13 años, para no explotar el campo ITT (Ishpingo-Tambococha-Tiputini).
"Hay el ofrecimiento del Gobierno alemán de consolidar (un fondo) con 50 millones de dólares, por 13 años, para apoyar la iniciativa Yasuní-ITT", indicó Falconí en rueda de prensa, al recordar que otras naciones desarrolladas también han mostrado interés en esa iniciativa.
Explicó que para poner en marcha el proyecto y, sobre todo, la llegada de los eventuales aportes, Ecuador necesita constituir el fideicomiso internacional que manejará la iniciativa, y cuyo diseño técnico está a cargo de especialistas, que han presentado una primera propuesta.
"Esperemos concretar los mecanismos de la fiducia internacional, que va a ser un mecanismo flexible, adaptado a nuestra necesidades, en función de los objetivos del desarrollo nacional, para ir consolidando y cristalizando estos aportes que tienen un ofrecimiento político", señaló el canciller ecuatoriano.
Falconí recordó que meses atrás mantuvo reuniones con autoridades del Gobierno y del Parlamento alemán, a las que presentó la iniciativa Yasuní-ITT.
El fideicomiso permitirá proteger y conservar el Yasuní, pero además otros 40 parques nacionales de Ecuador y territorios indígenas en el país, que sumarían en total el 38 por ciento del territorio ecuatoriano, de 270.000 kilómetros cuadrados.
Asimismo, se prevé reforestar un millón de hectáreas, cambiar la matriz energética del país y financiar la lucha contra la pobreza en los lugares donde se ejecute el proyecto.
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