Cojones

A un concursante de 'Gran Hermano' se le ha salido un testículo. Son sólo unos segundos, en un plano lejano, movido y desenfocado. Además, al ampliarse la imagen pierde calidad: podría ser pellejo escrotal, de acuerdo, pero también una oreja a la plancha o un entresijo poco hecho. Por la posición, en plena ingle, lo más posible es que sea una criadilla. Pero también podría ser media ración de callos con garbanzos.

El testimonio es estremecedor, evidentemente, pero la calidad del vídeo que emiten en el programa de Ana Rosa deja mucho que desear. En un espacio en el que participan el Conde Lequio y Lucía Lapiedra los órganos sexuales y sus aledaños deberían verse no ya con todo lujo de detalles, sino en alta definición. El telespectador moderno, el que disfruta de ese gran invento que es la TDT, quiere ver los huevos de los concursantes de 'Gran Hermano', qué duda cabe, pero quiere verlos en toda su grandeza: en tres dimensiones, si pudiera ser.

"¿Es un testículo o la puntita?", se pregunta, picarón, uno de los presentadores del programa de Ana Rosa. Mientras se recoge las babas que las imágenes le han hecho segregar mira a su jefa pidiendo un epílogo literario. "Que cada uno piense lo que quiera", sentencia la reina de las mañanas con su habitual sentido de la libertad y el espectáculo.

Para que no se te salgan, lo mejor es tenerlos muy bien puestos. Como por ejemplo Antonio Burgos, todo un señorito andaluz. Ya saben, esos caballeros de costumbres intachables, educados a la vieja usanza, a los que tanto admiraba don Antonio Machado:

El acá
y el allá,
caballero,
se ve en tu rostro marchito,
lo infinito:
cero, cero.

Si al señorito Burgos no se le ha salido un cojón este fin de semana ha sido de milagro: los tiene como el caballo de Espartero. Tan grandes y rollizos como para insultar a dos niñas desde su cortijo en ABC. Gracias al blog de Ignacio Escolar he podido disfrutar de una de las grandes firmas del diario de Vocento. Una columna que destila imaginación desde el título ('Las Andreítas de Zetaparo'), y que demuestra no solo la catadura moral de Burgos, sino la categoría del periódico que la publica.

El texto es tan retrógrado y miserable, tan grosero y fascista, que ayer por la tarde fue retirado de la web de ABC (Estaba aquí) y de la del propio Burgos. He podido rescatar algunas frases para que ustedes mismos juzguen: "Si yo fuera padre de esas dos criaturitas no las enseñaba por nada del mundo"; "puñeteras niñas"; "dos callos horrorosos"; "adefesios con botas"; "bulto redondo"; "dos tapones de alberca"; "yo les diría algo más fuerte, pero como son menores, me callo"; "Son de salir corriendo"; "Por el volumen de su bulto, parecen románicas".

Impresionante ¿verdad? El nivel de los insultos a dos niñas es tan repugnante que el autor solo puede ser un bastardo o un enfermo. Prefiero pensar que se trata de lo segundo. Pobre.

Un motivo para NO ver la televisión

Dayna Kurtz (Dayna Kurtz).
Cd: American Standard.

Sexto disco de una de las grandes damas de la música norteamericana. Dayna Kurtz es una cantautora neoyorkina que tiene la profundidad de las grandes damas del blues, la energía del country, la profundidad del folk, el ritmo del soul. Después de visitar España en numerosas ocasiones, Dayna presenta 'American Standard', su nuevo trabajo, en una gira por cuatro ciudades: el cuatro de octubre estará Arrasate (Teatro Amaia), el seis en Barcelona (Apolo), el siete en Madrid (Caracol) y el ocho en Murcia (Stereo).

Este es su sexto disco, una irreprochable colección de canciones imposibles de calificar. Buena culpa la tiene la producción, de la propia Dayna con la ayuda de su batería. Randy Crafton. Las canciones huelen a los lugares donde se grabaron: unos viejos estudios analógicos de New Jersey, Memphis, Nueva Orleans... Y todo con la compañía de algunas leyendas de las músicas del alma: Sonny Burgess, los Legendary Pacers... Un gran disco. Y un grandísimo directo...