BRUSELAS.- La diplomática suiza Heidi Tagliavini entregó este miércoles en Bruselas a representantes del Consejo de Ministros de la Unión Europea, de Naciones Unidas, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y a los embajadores de Rusia y Georgia, el informe de la investigación encargada por los Veintisiete sobre las causas de la guerra ruso-georgiana desatada en el verano de 2008.
En el mismo se llega a la conclusión de que Georgia inició el conflicto armado con el asalto a Tsjinvali (Osetia del Sur) en la noche del 7 al 8 de agosto de 2008, aunque considera también que Rusia contribuyó a crear la situación que condujo al estallido del enfrentamiento armado.
Considera que la guerra fue "el punto culminante de un largo periodo de crecientes tensiones y provocaciones" y que el asalto a Osetia del Sur por parte de las fuerzas armadas georgianas "marcó el inicio del gran conflicto armado en Georgia".
"Ninguna de las explicaciones proporcionadas por las autoridades georgianas para justificar legalmente el ataque resultó ser válida", escribe la diplomática suiza. Además, sostiene que el riesgo de nuevos enfrentamientos "sigue siendo serio" y que Georgia, Rusia y Osetia del Sur violaron las leyes internacionales de carácter humanitario durante los cinco días que duró la guerra.
Indica también que Rusia actuó en contra del Derecho Internacional al llevar a cabo sus operaciones militares en una gran parte de Georgia fuera de la frontera administrativa de Osetia del Sur y al reconocer posteriormente Abjazia y Osetia del Sur como estados independientes a pesar de las protestas de Georgia y de gran parte de la comunidad internacional.
"En el contexto del conflicto se hicieron acusaciones de una parte y de otra que estaban lejos de la realidad", detalla Tagliavini en una entrevista concedida al diario suizo 'Le Temps'. "Es el caso, sobre todo, de las acusaciones de rusos y osetios que acusaban a los georgianos de haber cometido actos de genocidio contra la población de Osetia del Sur", explica.
El informe de casi mil páginas distribuidas en tres volúmenes contiene casi 400 páginas de análisis jurídicos, militares e históricos e incluye una serie de observaciones para comprender mejor el contencioso que enfrenta a Moscú con Tiblisi pero no establece ninguna 'hoja de ruta' para encontrar una solución rápida al conflicto.
"El conflicto en Georgia no era solamente un problema a escala local o regional. También amenazó las relaciones Este-Oeste y especialmente el conjunto de la arquitectura de seguridad europea desarrollada a partir de de los años setenta con el acta de Helsinki de 1975 o la Carta de Seguridad europea de Estambul de 1999", agrega la diplomática en el diario suizo.
Por eso, cree necesario "estabilizar" la situación en la zona del conflicto y garantizar el mantenimiento absoluto de "reglas sobre las relaciones civilizadas" entre Estados, sobre todo el respeto de la soberanía, la integridad territorial y el no uso de la fuerza armada.
Asimismo, subraya que nada mejorará si las partes en conflicto no son conscientes de su propia responsabilidad y no sacan las consencuencias de lo que ha pasado.
En todo caso, dice que confía en que la presentación de los hechos y su evaluación sobre una base "objetiva, justa y equilibrada" ayudará a comprender mejor la situación y los errores del pasado y, así, contribuir a una solución "equilibrada y estable" del contencioso. En cuanto a lo que hará ahora la Unión Europea, la responsable del informe responde que eso entra dentro de las competencias del Consejo de ministros de la UE.
REACCIONES
El informe ha sido interpretado en Moscú como un espaldarazo a las posturas rusas. "Confirma lo que nosotros ya sabíamos desde hace tiempo: quien empezó la guerra y quien tiene la responsabilidad", dijo el embajador ruso ante la UE, Vladimir Chizhov.
Por parte georgiana se pone el acento en que la investigación encargada por la UE demuestra que Moscú llevaba tiempo preparando el conflicto. "Demuestra que Rusia preparó esta guerra y que el 7 y 8 de agosto fueron su culminación", dijo el ministro georgiano de Reintegración, Temur Yakobashvili.
5 DIAS DE GUERRA
El 7 de agosto de 2008 las fuerzas armadas georgianas atacan la capital de la provincia separatista de Osetia del Sur y al día siguiente Rusia interviene militarmente mediante bombardeos y luego lanza una invasión terrestre sobre Georgia. El 12 de agosto Moscú acepta el principio de un alto el fuego justo cuando el presidente francés, Nicolas Sarkozy, entonces al frente de la presidencia semestral de la UE, llega a Moscú para ejercer de mediador.
El 26 de agosto Rusia reconoce oficialmente la independencia de Osetia del Sur y de Abajazia, otra provincia rebelde de Georgia y el 15 de septiembre de 2008 la UE acuerda enviar una misión de observación permanente a Georgia. En diciembre de 2008 se lanzó la investigación independiente encargada a una veintena de expertos bajo la dirección de la suiza Tagliavini para determinar las responsabilidades de cada uno en la guerra.
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