Zaragoza.- El consejero de Economía de Aragón, Alberto Larraz, ha manifestado hoy que tan importante como mantener la capacidad de producción y el empleo en la planta de General Motors en Figueruelas (Zaragoza) es que éste sea "sostenible" a largo plazo.
Según ha dicho Larraz en el Pleno de las Cortes de Aragón, ante el que ha comparecido en representación del presidente del Gobierno, Marcelino Iglesias, "de nada serviría" que la plantilla sólo se redujera en 400 personas si los que quedan no son puestos de trabajo sostenibles.
El consejero ha comparecido para informar, a petición del PP, de las actuaciones llevadas a cabo para liderar la defensa de los intereses de los aragoneses en el proceso de negociación de la venta de Opel por General Motors y de los planes de reconversión y recolocación previstos por el Gobierno de Aragón y de la Nación para los trabajadores afectados por la "más que previsible" reestructuración de la firma.
Tras el anuncio de General Motors de su decisión de vender sus activos europeos a la firma austríaco-canadiense Magna, lo que probablemente afectará al empleo de Figueruelas, Larraz ha insistido en que la decisión final para la reestructuración de la firma automovilística no puede tener que ver "sólo" con una planta, sino con la "viabilidad a medio y largo plazo de la compañía".
Según Larraz, el objetivo con el que trabaja el Gobierno es que se produzca una reducción de personal "asumible" y "adecuada a la capacidad de producción" de la planta de Figueruelas, en la que, como ejemplo, ha dicho que cuesta fabricar un coche quinientos euros menos que en la fábrica alemana de Eisenach, a la que se pretende trasladar parte de la producción de la factoría zaragozana, según el plan de Magna.
El consejero ha recordado que tras el anuncio de la venta se están produciendo, en torno al futuro industrial de GM, cuatro niveles de negociación, que se prolongarán, ha dicho, durante dos tres meses.
Las negociaciones se producen entre la matriz automovilística y Magna, entre los países que tienen plantas de Opel con los bancos para facilitar financiación y avales, entre Magna y los sindicatos para fijar las condiciones del plan de reestructuración, y entre los países y la UE para que las ayudas que se puedan conceder sean acordes con las directivas europeas.
El consejero también se ha referido al aval de 200 millones de euros aprobado por el Gobierno de Aragón, pero aún no hecho efectivo, ligado a la puesta en marcha del nuevo modelo de Opel Meriva en Figueruelas y que se pretende vincular también al mantenimiento de la producción del Corsa
El portavoz del PP, Eloy Suárez, por su parte, ha dicho que el Partido Popular tiene la sensación de que el Gobierno de Aragón, y el de España, no han reaccionado a tiempo y no han estado a la altura de las circunstancias y ahora, después del triunfo electoral de Angela Merkel en Alemania, el escenario es "el peor posible", porque su apuesta siempre ha sido la de Magna.
Ha reprochado al consejero que hayan invocado permanentemente la "baza industrial" de Figueruelas olvidando que ésta ha sido una negociación política "pura y dura", y se ha interesado por el "plan" del Gobierno de Aragón para asumir los esfuerzos de la reestructuración o para conseguir que éstos sean los mínimos posibles.
Larraz ha defendido la actuación del Gobierno aragonés y del español, incluida la embajada en Berlín, todo con el objetivo de que en el plan de reestructuración de Magna se tenga en cuenta el "nudo gordiano", es decir, que la planta zaragozana es más productiva y no se puede trasladar su producción a Alemania.
Eloy Suárez, además, se ha preguntado por hasta dónde está dispuesto a llegar el Gobierno de España respecto a las ayudas y avales a GM y ha reprochado a Larraz que no disponga de planes alternativos para el empleo y las empresas auxiliares para el caso de que se consolide "el peor escenario posible".
Por otro lado, el portavoz de CHA, Chesús Yuste, ha reiterado sus críticas a la inacción de los Gobiernos de España y Aragón pero, dado lo "importante" que es para la economía aragonesa que no se produzca una "sangría" en la planta de Figueruelas, ha vuelto a brindar el apoyo de Chunta en las negociaciones, que ha exigido que se produzcan al más alto nivel.
El diputado de IU, Adolfo Barrena, ha insistido por su parte en que es necesario imponer una "estrategia" para forzar a que la decisión final sobre el futuro de la compañía se tome con criterios socioeconómicos y, sobre todo, para que ésta sea una "solución europea" que evite que los trabajadores de las distintas plantas o los diferentes gobiernos se "enzarcen" entre ellos.
La aragonesista Ana de Salas ha mostrado el apoyo de su grupo a las gestiones de los Gobiernos aragonés y español, aunque éste último, a su juicio, debe de ser quien lidere las negociaciones una vez que Magna ha anunciado que va a revisar su plan industrial, mientras que el socialista Antonio Piazuelo ha asegurado que el Gobierno de Aragón ha hecho, "y va a hacer" todo lo que está políticamente en su mano para salvaguardar los puestos de trabajo de Figueruelas.
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