BERLÍN.- Desde Konrad Adenauer hasta Ángela Merkel todos los cancilleres de la historia de la República Federal tienen un retrato sacado por la cámara de Konrad Rufus Müller (Bonn,1940). Las imágenes íntimas de este artista precoz están expuestas en Berlín hasta el próximo 4 de octubre en la exposición The Chancellors. From Adenauer to Merkel. El blanco y negro, las caras serias y el bajo perfil de las fotos de la muestra, chocan con los carteles electorales que siguen ocupando la ciudad dos días después de las elecciones.
Müller debió de tener algún tipo de vocación para sacar imágenes del poder. A principio de los 60, con ocasión de un viaje organizado a Roma, logró sacar una figura del Papa Juan XXIII durante la celebración de una misa. Fue su primer retrato.
Estudiante de arte y pintura en Berlín tenía fascinación por las fotos del primer Canciller alemán, Konrad Adenauer, el modelo en el que Merkel dice inspirarse, el gran responsable de la Wiederaufbau, la reconstrucción de la ciudad destruida por la segunda Guerra Mundial. Müller empezó a dibujar de manera obsesiva este rostro marcado por las arrugas y algunas manchas de la vejez. Reproducía las imágenes del anciano más grandes que al natural, en ejemplares que se hicieron famosos y que se exponen ahora en Berlin, en la CO Gallery.
Logró ser recibido por Adenauer en 1965, 18 meses antes de que el estadista alemán muriera. Desde entonces el joven Müller frecuentó su casa en numerosas ocasiones. Retrató sus manos, su rostro, sus gestos, pero también su habitación y el estudio de Rhöndorf, donde el ex canciller estaba componiendo sus memorias.
Su trabajo excepcional con Adenauer, al que está dedicada la parte más grande de la exposición, le dio acceso también a los otros cancilleres. Fue recibido por Ludwig Ehrard y Kurt Georg Kiesinger. Pero fue Willy Brandt, padre de la socialdemocracia alemana, el primero al que pudo retratar antes, durante y después de ser canciller. Las fotos de Willy Brandt son distintas de las de Adenauer: son más cercanas. El canciller aparece siempre despeinado y con la mirada atenta. En una se ve el detalle de sus dedos que juegan con un palito de madera.
Helmut Schmidt, como ya se sabe, no suelta el cigarro, ni siquiera ahora que tiene 90 años y sigue escribiendo y apareciendo en televisión. Tal cual aparece en las imágenes de Müller, sólo o acompañado en una charla por Gerard Schröder. A este último, más allá de los retratos clásicos, el fotógrafo logró pillarle desde lejos apoyado en una columna del Bundeskanzleramt, riéndose con su mujer Doris Schröder Kopf.
También fijó en el tiempo la agenda personal de Helmut Kohl, el canciller cristianodemócrata, que gobernó durante la caída del muro y quien introdujo a Ángela Merkel en la vida política. Kohl aparece primero sentado con Clinton y luego en un jardín con Gorbachov, sin embargo es su manera precisa de organizar la agenda lo que muestra más de él.
Destaca el retrato que sacó el pasado mes de mayo de la cancillera Ángela Merkel por ser mucho menos íntimo que los otros en los que los cancilleres aparecen con todos sus defectos estéticos. Y es que Müller, quien fuera de Alemania retrató también a Vladimir Putin y François Mitterand, nunca tomó fotos en ocasiones oficiales, sino que lo hizo en la intimidad de lo cotidiano, y quiso documentar el poder a través de los rostros más que en los encuentros de masas. Quizás tenga todavía tiempo, de enseñar al mundo el lado humano de la reelegida canciller.
Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.