Tegucigalpa.- Cuatro candidatos presidenciales para los comicios de noviembre en Honduras y el depuesto gobernante, Manuel Zelaya, dieron por iniciado el jueves un diálogo para que se reanude la mediación del mandatario de Costa Rica, Oscar Arias, para resolver la crisis causada por el golpe de Estado del 28 de junio.
Los candidatos se reunieron primero con el presidente de facto, Roberto Micheletti, en la Casa Presidencial, y luego con Zelaya en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se encuentra desde el lunes tras volver por sorpresa al país, del que los militares lo expulsaron el 28 de junio.
Los políticos instaron a Zelaya y Micheletti a volver a la mesa de negociación en el marco del Acuerdo de San José, que impulsa Arias y que, entre otros puntos, incluye la restitución condicionada del depuesto presidente, una amnistía política y un gobierno de reconciliación.
"Urgimos a las partes retomar esa instancia de diálogo para que, con los agregados y contribuciones que podrían convenirse dentro del proceso negociador, pueda encontrarse en forma consensuada la forma de solución justa y equilibrada a la crisis política que atravesamos", dijeron los candidatos en un comunicado conjunto.
Elvin Santos, del gobernante Partido Liberal; Porfirio Lobo, del Nacional; Felícito Ávila, de la Democracia Cristiana, y Bernard Martínez, del Partido Innovación y Unidad Social Demócrata, hicieron esta declaración tres reunirse por espacio de más de tres horas con Micheletti.
Tras el encuentro con Micheletti, los candidatos se trasladaron a la embajada brasileña, que está bajo un riguroso cordón militar y policial, donde dialogaron con Zelaya y varios miembros del movimiento de resistencia popular que exige su restitución.
Zelaya dijo a los candidatos presidenciales para las elecciones generales del 29 de noviembre próximo que la crisis política en su país "debe resolverse en el menor tiempo posible" y que con el apoyo de ellos "será más fácil".
Honduras trató de presentar un rostro de normalidad después de tres días de casi continuo toque de queda, mientras el Gobierno de facto se enfrascaba en una ofensiva para lanzar una mesa de diálogo y Zelaya anunciaba el inicio de las conversaciones.
Tegucigalpa recuperó el pulso mientras el Gobierno decretó el toque de queda desde las 19.00 hora local (01.00 GMT del viernes) hasta las 05.00 del día siguiente (11.00 GMT) en todo el país salvo en zonas del Caribe, tras una jornada en la que los aeropuertos reabrieron y los detractores de Zelaya salieron a las calles.
Horas antes de reunirse con los candidatos, Zelaya anunció que "hoy (por el jueves) se inició (el diálogo)", hecho que calificó de "positivo", en declaraciones al canal local 36 realizadas tras reunirse con el obispo auxiliar de Tegucigalpa, Juan José Pineda.
El Ministerio Público confirmó el jueves que un joven murió de un disparo de un policía tras no atender una orden de detenerse en un retén en San Pedro Sula, al norte de la capital, con lo que ya son dos los muertos en Honduras desde que Zelaya regresó.
La cancillería del Gobierno de facto anunció este jueves la aceptación de una misión integrada por Arias, a sugerencia del ex gobernante estadounidense Jimmy Carter, para dialogar sobre la crisis política hondureña.
Arias reaccionó a esa propuesta al afirmar que "por el momento" no tiene planeado viajar a Honduras, "sino recibir noticias de primera mano".
A la espera de la llegada de esa delegación, en la que el Gobierno de Micheletti incorporó al vicepresidente de Panamá, Juan Carlos Varela, la cancillería indicó que ha decidido "recibir con posterioridad" a una misión de cancilleres de países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Esta ha sido la reacción del Gobierno que asumió el poder tras el derrocamiento de Zelaya al anuncio el miércoles, de la Unión Europea y la OEA de reenviar a sus embajadores al país.
La decisión fue adoptada este miércoles en Nueva York, en una reunión en la que también se acordó el envío de una misión de cancilleres americanos a Tegucigalpa para poner en marcha una mesa de negociación que dé salida a la crisis.
Por primera vez desde el lunes, miles de detractores de Zelaya se movilizaron y marcharon el jueves desde la sede de las Naciones Unidas en Tegucigalpa para increpar a la comunidad internacional.
Los seguidores de Zelaya optaron ayer por establecer su centro de operaciones en la Universidad Nacional Autónoma y marchar por los barrios de la ciudad en lugar de hacer la habitual manifestación por el centro de Tegucigalpa.
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