La ganadería de lidia Rollanejo pasa de la crisis y aumenta las arcas municipales

El Cubo de Don Sancho (Salamanca).-  La ganadería de Rollanejo, única en el mundo de la lidia por ser propiedad de un ayuntamiento, el de El Cubo de Don Sancho, está a punto de cerrar su temporada con el cartel de "no quedan toros" y, además, ha logrado sortear la crisis que atraviesa el sector, ya que da beneficios económicos a las arcas municipales.

"Lo hemos vendido todo, este año no nos queda nada, salvo dos toros que ya no están para la venta", ha asegurado hoy a EFE el alcalde de El Cubo de Don Sancho, Maximino Morales.

Se trata de una de las ganaderías ejemplares de la geografía nacional, asentada en pleno Campo Charro, donde abundan las dehesas de encinares, con un total de 893 hectáreas en las que el toro de lidia, el vacuno para carne y el cerdo ibérico son las bases de la economía del Ayuntamiento de El Cubo de Don Sancho.

La temporada taurina la concluirán los días 2 y 3 de octubre, con dos novilladas, una picada y otra de rejones, que se lidiarán en el municipio madrileño de Las Rozas.

"Es más, para el próximo año ya tenemos apalabrado algún festejo, como el de Cantalejo (Segovia), donde toreamos este año y ya cerramos el del próximo con el alcalde", ha explicado Morales.

Otra de las connotaciones de esta ganadería de bravo es, según el regidor, que "todo el pueblo la siente suya: cuando se lidia fuera de la provincia de Salamanca, lo anunciamos por un bando que echamos y un vecino se encarga de apuntar a la gente que quiere viajar en autobús para ver la corrida, normalmente se llena el autocar".

Sobre el secreto de éxito de esta ganadería, que nació en el año 1992, el alcalde ha asegurado que, además de la suerte, está el hecho de que "el mayoral, junto con el resto de los trabajadores de la finca, sabe seleccionar muy bien al ganado".

Precisamente, la ganadería de bravo se creó en un año muy similar al actual, en 1992, cuando también hubo mucha sequía, motivo por el que la gente, ante el elevado coste para mantenerlo, decidía vender el ganado.

En El Cubo de Don Sancho, aquel año, para dar provecho a las 893 hectáreas municipales, se decidió comprar una partida de vacas bravas y un novillo al ganadero y ex torero Pedro Martínez "Pedrés", con encaste Juan Pedro Domeq.

Algunos los pueblo de la zona, sobre todo de las comarcas salmantinas de Ciudad Rodrigo y Vitigudino, suelen adquirir el ganado de los festejos en esta ganadería y, además, algunos pueblos de la Comunidad de Madrid también se están interesando por la ganadería de Rollanejo.

Es el caso de municipios como Chinchón, Cerceda, Torrejón de Ardoz, Cantalejo o Las Rozas.

Morales ha reconocido que "es el presidente de la Asociación de Ganaderos de Lidia Unidos", Víctor Aguirre, el que hace que nuestros animales vayan a plazas de toros de los pueblos de Madrid".

Precisamente, en el año 2005, en los festejos de Boadilla del Monte (Madrid), uno de los novillos de Rollanejo fue galardonado con el premio Encina de Oro al mejor novillo de las ferias.

A la pregunta de ¿para cuándo lo de Las Ventas?, el alcalde sonríe y manifiesta: "no sé majo, yo creo que habrá que intentarlo, aunque estamos muy bien así".

El alcalde y el mayoral, Juan Manuel Beato, también están trabajando estos días en poner a punto todos los detalles de la plaza de toros de El Cubo de Don Sancho, que ha sido remodelada en los últimos meses y que se presentará en público con motivo de las fiestas de Santa Teresa que celebrará esta localidad, de 500 habitantes, a mediados del próximo mes de octubre.

Esta ganadería municipal, cuya finca está dividida en las hojas de Los Morales y El Trillo, también cuenta con un Aula de la Naturaleza, con 44 camas para pernoctar y que "cada vez tiene más éxito entre los turistas que nos visitan, ya que le damos la posibilidad de conocer a fondo una dehesa del campo charro, en la que también se crías cerdos ibéricos de bellota".