Madrid.- La Policía ha desmantelado una tienda virtual de falsificaciones en Internet, en la que se vendían más de 800 artículos -copias de catorce marcas de gran prestigio-, y cuya responsable, detenida en Valdemoro (Madrid), habría obtenido más de 60.000 euros de beneficio.
Las copias, importadas de países asiáticos, se ofertaban a través varias páginas web y eran distribuidas en toda España; incluso, iban acompañadas de simulaciones de los certificados de autenticidad, que caracterizan en el mercado legal a este tipo de productos de lujo.
En total, informa la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, han sido intervenidas más de 450 piezas fraudulentas y detenida la responsable del "negocio", que desarrollaba esta actividad en su propia casa, aunque en la red tenía un diseño de web que se correspondía con un tipo de comercio competitivo y profesional.
La gama de productos, ofertados en dos sitios de Internet, abarcaba desde joyería, hasta marroquinería, productos textiles, relojes, calzado o gafas.
La distribución se realizaba por correspondencia postal a través de varios apartados de correos y empresas de mensajería con entrega directa al destinatario.
Los plazos de entrega eran relativamente breves, aunque la detenida no disponía de un gran stock en su domicilio y en su mayoría adquiría los productos bajo pedido.
La arrestada, acusada de un delito contra la propiedad industrial, guardaba en su vivienda 457 productos fraudulentos, que fueron intervenidos junto a diversos elementos de embalaje y certificados de garantía de las marcas falsificadas.
También se intervinieron doce paquetes preparados para su envío a diversos clientes, cuyo contenido y embalaje aportaban una apariencia de originalidad que podría confundir al consumidor medio.
Según la Policía, la presencia de las tecnologías de la información (TIC) ha motivado un cambio importante en la venta de productos falsos, desplazando una buena parte de esta actividad ilícita hacia páginas web. Desde Internet, los vendedores disponen de un mercado global que supera los límites territoriales y reduce los costes de infraestructura.
Además, la propia red y las herramientas informáticas favorecen el anonimato encaminado a eludir las responsabilidades que pueda contraer el autor de estas actividades ilícitas, tanto administrativas, como civiles, mercantiles o penales.
La operación ha sido desarrollada por agentes de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Comisaría General de Policía Judicial.
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