MÚNICH (ALEMANIA).- El Oktoberfest (Fetival de octubre) no necesita presentación. Es una de las mayores fiestas populares del mundo y atrae a Múnich a más de seis millones de visitantes de todos los países cada año. Consitituye la mayor 'Fiesta de la cerveza' mundial, en la que se calcula que seis millones de litros de esta bebida son consumidos.
Dicho evento tuvo lugar por primera vez en octubre de 1810, con motivo del enlace entre el príncipe Luis I de Baviera con la princesa Teresa de Sajonia-Altenburgo. Tras el éxito de esta primera vez, el 'aniversario de boda' se repitió todos los años y se adelantó a septiembre para aprovechar las mejores condiciones climatológicas.
Actualmente el Oktoberfest se celebra en el Theresienwiese (también llamado Wiesn), una gran explanada de terreno que se llena de atracciones feriales, puestos de comida y bebida y carpas.
Este año la fiesta comenzó el pasado sábado 19 de septiembre y finalizará el domingo 4 de octubre. Como siempre, el Oktoberfest arrancó con la ceremonia oficial de apertura que, en esta ocasión, tuvo lugar en la carpa Schottenhamel. Al mediodía, exactamente a las 12, el alcalde de Múnich abrió el primer barril de cerveza para que, a partir de ese momento, todos los visitantes pudieran empezar a saciar su sed.
En las catorce grandes carpas es muy difícil encontrar sitio, en especial los fines de semana, por lo que es recomendable acudir a primera hora de la mañana. Los ciudadanos de Múnich, así como los visitantes habituales, reservan mesas generalmente con un año de antelación para tener su lugar en la fiesta sin necesidad de hacer las grandes colas que se organizan a la entrada. De este modo, se evitan el pasar el tiempo de pie hasta que se queda libre algún asiento.
En los últimos años se ha vuelto a la costumbre de asistir a esta festividad ataviado con los trajes típicos bávaros. Los hombres visten 'Lederhosen' (pantalones de piel) y las mujers el 'Dirndl' (un vestido con delantal y, normalmente, bordados tradicionales) Los mayores suelen ser muy estrictos con su atuendo, no faltándoles detalle alguno. Los más jóvenes le dan su toque personal, faldas bastante cortas para las chicas, con botas altas o botines en lugar de los zapatos tradicionales. Camisetas para los chicos en sustitución de las camisas y deportivas como calzado. La cuestión es encontrarse cómodo para disfrutar al máximo.
Pero en el Oktoberfest la gran protagonista es, sin duda, la cerveza. A parte de la gran cantidad de atracciones con las que se cuenta, el 'líquido dorado' es probablemente lo más importante. Como es habitual, sobre seis millones de litros de cerveza se beberán este año. Un litro costará entre 8,30 € y 8,60 € y se servirá, entre semana, a partir de las 10h de la mañana hasta 22.30h. Los fines de semana y días festivos el horario se adelanta a las 9h de la mañana.
No es una coincidencia que Baviera tenga la mejor cerveza del mundo. Desde el siglo XVI existen fuertes regulaciones sobre la elaboración de esta bebida y de cómo mantener la alta calidad del producto final a través de una muy cuidada selección de los ingredientes.
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