Naciones Unidas.- La reunión trilateral entre Barack Obama y los líderes israelí, Benjamín Netanyahu, y palestino, Mahmud Abás, concluyó hoy con un duro llamamiento del presidente de Estados Unidos a restablecer las negociaciones de paz pero sin que hayan desaparecido las diferencias entre las partes.
El mandatario estadounidense ha instruido a su enviado especial a la zona, George Mitchell, para que se reúna en Washington con representantes de ambas partes y continúe las negociaciones para restablecer el proceso de paz.
El plazo es hasta mediados de octubre, cuando la secretaria de Estado, Hillary Clinton, deberá informar sobre los progresos obtenidos.
En una reunión descrita por Mitchell como de tono "cordial" pero "directo y franco, en ocasiones brusco", Obama afirmó que israelíes y palestinos deben hacer más para "retomar las conversaciones de paz lo antes posible".
Al comenzar la primera reunión a este nivel entre israelíes y palestinos en cerca de un año, y la primera de su mandato, Obama afirmó que tanto el primer ministro israelí como el presidente palestino deben "mostrar su disposición a lograr resultados".
Según Obama, aunque desde enero se han logrado progresos, los palestinos deben continuar haciendo más en materia de seguridad y detener la incitación a la violencia, mientras que los israelíes, que han "planteado importantes pasos para refrenar la actividad de los asentamientos", deben transformar esas propuestas en "actos reales".
Además, los Estados árabes deben "dar pasos para promover la paz", sostuvo.
"Es el momento de demostrar la flexibilidad y el sentido común y el sentido del compromiso necesario para lograr nuestras metas. Las negociaciones sobre el estatus permanente deben comenzar y deben hacerlo pronto. Sobre todo, debemos dar a esas negociaciones la oportunidad de tener éxito", destacó el presidente estadounidense.
Esto, subrayó, "depende de que todas las partes actúen con un sentimiento de urgencia".
La reunión de hoy vino precedida de sendos encuentros bilaterales de Obama con Netanyahu y Abás, de una duración de aproximadamente 40 minutos cada una.
Al término de las reuniones, Mitchell, presente en todas ellas, reconoció que aunque israelíes y palestinos están de acuerdo en la necesidad de retomar las conversaciones de paz tan pronto como sea posible, "persisten las diferencias acerca de cómo proceder".
Los palestinos acusan a Israel de rechazar la congelación de los asentamientos en los territorios ocupados. También protestan porque Israel quiere comenzar conversaciones de paz sin estar dispuesto a abordar asuntos como el de los refugiados palestinos o el estatus definitivo de Jerusalén, que ambas partes reclaman como capital.
Por su parte, el primer ministro israelí, llegado a comienzos de este año al poder al frente de una coalición de derecha, sostiene que el destino de los asentamientos debe decidirse durante las negociaciones y los palestinos han asumido una posición de intransigencia.
A este respecto, Mitchell insistió acerca de la cuestión de los asentamientos, en la que para EE.UU. "nada es una precondición".
"Lo que queremos es comenzar las negociaciones. Estados Unidos no impone condiciones y pedimos a otros que tampoco las impongan", indicó en una clara referencia a las objeciones palestinas.
Desde su llegada al poder, Obama ha presionado a Israel para que congele los asentamientos, algo que había molestado al Gobierno de Netanyahu.
Pero la reunión de hoy pareció apuntar a un cambio en el enfoque estadounidense: si hasta ahora Washington había hablado de "congelar" los asentamientos, hoy Obama simplemente hizo referencia a "refrenar" esta práctica.
Posteriormente, el primer ministro palestino, Salam Fayad, insistió en que el Gobierno israelí debe paralizar por completo la expansión de los asentamientos para reanudar el proceso de paz.
"Nuestra postura ha sido y sigue siendo que se deben cumplir las obligaciones que detalla la Hoja de Ruta", el plan de paz para Oriente Medio, declaró.
Netanyahu, por su parte, sostuvo que "hay un acuerdo general, incluido por parte palestina, de que el proceso de paz debe recomenzar tan pronto como sea posible sin precondiciones".
La Casa Blanca había tratado de restar expectativas a la reunión de hoy, al indicar que no se esperaban anuncios y se trataba de subrayar la implicación personal del presidente estadounidense para lograr una paz en Oriente Medio que ha eludido a sus predecesores.
Desde su llegada al poder, el presidente estadounidense ha insistido en que una paz en Oriente Medio que incluya la coexistencia de dos Estados, el israelí y el palestino, es una de sus prioridades, aunque hasta ahora persiste el estancamiento.
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