Caracas.- El ministro venezolano de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, anunció hoy que en el marco de congelación de relaciones con Colombia se desmantelará la "infraestructura para el contrabando" de gasolina venezolana hacia el vecino país.
"Sin lugar a dudas, tenemos más acciones previstas en la frontera; tenemos muchas estaciones de combustible en la frontera: más de 190 solo en una franja fronteriza que no se justifica. Ha sido el desarrollo de una infraestructura para el contrabando", remarcó Ramírez en declaraciones a periodistas.
El ministro venezolano recordó que el Gobierno del presidente Hugo Chávez ya decidió no renovar el acuerdo de suministro a Colombia de combustible venezolano a precios preferenciales, precisamente, porque "el marco de cooperación que daba piso a esos acuerdos ya no existe".
Por expresa decisión de Chávez, las relaciones bilaterales con Colombia se mantienen "congeladas" desde julio pasado, y bajo la advertencia de que podría llegarse a una ruptura formal, lo que se prevé que, en el comercio, afectará sensiblemente un intercambio comercial que el año pasado superó los 7.000 millones de dólares.
El gobernante venezolano reaccionó así a una denuncia del Gobierno de su colega colombiano, Álvaro Uribe, sobre un supuesto desvío de armas venezolanas a la guerrilla colombiana, acusación que antecedió a un acuerdo militar colombo-estadounidense que prevé el uso de bases colombianas por parte de militares de Estados Unidos.
El anuncio de Ramírez sigue al anuncio que Chávez efectuó hace tres días sobre la reactivación de "franjas de seguridad" a lo largo de la frontera de más de 2.200 kilómetros con Colombia, para así frenar la penetración de narcotraficantes y paramilitares.
En ese sentido, y tras lamentar que Colombia se haya convertido en lo que definió como un "narcoestado", Chávez pidió revisar la Ley de Seguridad y Defensa que en su articulado recoge la figura de esas "franjas" y que en el pasado fueron activadas temporalmente.
"Vamos a estudiar esa ley para establecer en la frontera con Colombia una franja de seguridad y tomar medias extraordinarias contra la infiltración del narcotráfico y los paramilitares", dijo tras reiterar que la penetración de esas fuerzas ilegales en las instituciones colombianas conforman ese "narcoestado".
Chávez explicó que una de las formas de penetración consiste en comprar fincas en zonas relativamente cercanas a la frontera e instalar "paramilitares camuflados" de obreros rurales.
El presidente pidió a los gobernadores de los estados fronterizos con Colombia que miren con lupa las compras de hatos y fincas y comprueben que los recursos no provienen del narcotráfico.
Vaticinó, además, que esa situación va a empeorar con la presencia de más tropas estadounidenses en siete bases colombianas, porque desde ellas se va a planificar y a hacer seguimiento a operaciones en Venezuela.
"Con las bases eso se va a incrementar, porque sabemos que Bogotá no quiere entregar el documento (que firmó para ello con EE.UU.) y si entrega algo será falso o forjado, porque nunca va a decir la verdad, que es que van a montar un extraordinario sistema de monitoreo, de inteligencia, contra Venezuela y contra Ecuador", dijo.
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