Toronto (Canadá).- Canadá y España han acordado mantener reuniones anuales para fortalecer relaciones bilaterales tras la reunión que mantuvieron hoy en Ottawa los ministros de Asuntos Exteriores de los dos países, Lawrence Cannon y Miguel Ángel Moratinos.
Durante la reunión, los dos ministros repasaron una amplia agenda de temas bilaterales así como asuntos internacionales, desde la situación en Honduras y Venezuela a los últimos eventos en el proceso de paz de Oriente Próximo.
Fuentes diplomáticas consultadas por Efe señalaron tras la reunión que el acuerdo para mantener reuniones anuales supone un fortalecimiento de las relaciones de los dos países y coloca a España dentro de un reducido grupo que ya tienen encuentros similares con el país norteamericano.
Los dos ministros expresaron su satisfacción de que las relaciones entre los dos países no están afectadas por ningún problema de calado.
Una persona con conocimiento directo del contenido de las conversaciones indicó a Efe que Cannon y Moratinos confirmaron el interés de Ottawa y Madrid por intensificar los intercambios bilaterales "que deben ir más allá del aspecto económico".
El pasado 10 de junio, Canadá y la Unión Europea anunciaron el inicio de negociaciones para la firma de un acuerdo de asociación económica y comercial, un tratado que el país norteamericano considera fundamental en un momento de incertidumbre económica.
Moratinos ofreció el apoyo de Madrid y expresó el deseo de que se pueda llegar a un acuerdo con Ottawa mientras España ocupa la presidencia de la Unión Europea el próximo año.
La reunión de hoy culminó en un almuerzo de trabajo en un restaurante situado en la circunscripción por la que Cannon es diputado.
El ministro español propuso a Cannon que el acuerdo con la UE no se circunscriba al ámbito comercial y que se amplíe al terreno de la investigación y desarrollo (I+D), lo que el canciller canadiense aceptó de buen grado, según las fuentes consultadas.
Ottawa estaría así interesada en terminar las negociaciones comerciales del acuerdo para a continuación iniciar las referentes a su ampliación al campo de I+D como forma de reforzar las relaciones con Bruselas.
Con respecto a Afganistán, donde Canadá y España mantienen tropas, los dos países se mostraron de acuerdo en que es necesario "una profundización del proceso de 'afganización' por el que las autoridades asuman un mayor grado de responsabilidad" sobre los asuntos de la nación asiática.
Tanto Cannon como Moratinos expresaron su acuerdo de que la presencia internacional "no puede ser eterna". En este sentido, Canadá ya ha comunicado a sus socios de la OTAN que dejará de mantener misiones de combate en Afganistán a partir del 2011.
En la actualidad, Ottawa tiene unos 2.500 soldados en el país asiático, en su mayoría desplegados en la provincia de Kandahar. Desde el 2002, 131 soldados canadienses han perdido la vida en Afganistán. Esta misma semana, dos soldados murieron en dos ataques con artefactos explosivos.
El ministro español también expresó a Cannon el agradecimiento de las autoridades de Madrid a la colaboración canadiense en materia antiterrorista.
En los últimos años, Ottawa ha expulsado del país a varias personas acusadas de integrar parte de la banda terrorista ETA. El último caso se produjo en octubre del año pasado cuando Ottawa deportó a España a Iván Apaolaza Sancho, acusado del intento de asesinato del periodista Gerardo Huezo Fernández en 1981.
Moratinos se reunió además en Ottawa con el secretario de Estado de Asuntos Exteriores para el continente latinoamericano, Peter Kent, quien en los últimos meses se ha destacado como la pieza fundamental de la diplomacia canadiense.
Moratinos y Kent discutieron la situación en Honduras tras el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya.
Canadá, que inmediatamente tras el golpe contra Zelaya se mostró dubitativa sobre la posición a tomar, expresó hoy su total sintonía con las decisiones de la Unión Europea y Washington de que el único gobierno legítimo del país centroamericano es el del mandatario depuesto.
Moratinos completó su agenda con una breve reunión con la ministra de Cooperación Internacional, Bev Oda, un encuentro con el diputado Bob Rae, uno de los líderes del opositor Partido Liberal, y una conferencia en la Universidad de Ottawa en la que pronunció un discurso sobre España, la Unión Europea y Canadá.
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