La Noche en Blanco vuelve un año más a Madrid. Y ya van cuatro. Más de 190 propuestas convertirán una madrugada cualquiera de la ciudad en un espectáculo cultural. Te contamos las claves de una cita que no se debe dejar escapar. Un consejo: para no perderte nada, hazte un horario con tus favoritos.
Cine, música, artes escénicas, visuales, fotografía o literatura. Son muchas las propuestas en este día de insomnio general donde miles de madrileños se lanzarán a la calle para redescubrir las propuestas culturales de su ciudad. Con un presupuesto mucho más reducido que en otras ocasiones, eso sí: la crisis también afecta al arte. Los organizadores, Pablo Berástegui y Manuela Villa, han tenido que hacer malabares. El resultado es una edición, más made in Madrid que otros años, que tendrá a los ciudadanos como protagonistas. Los espectadores dejarán de serlo y pasarán a ser parte de las obras. Las luces y el tráfico de la Gran Vía se apagarán. Cibeles será una discoteca. Los enfermos se curarán con dibujos...
El regalo es el tema del evento; regalos para dar y recibir. Entre los primeros, destaca la oportunidad de donar sangre en el Matadero Madrid, reconvertido en centro artístico de transfusiones para la ocasión. Y a la salida, nada de un bocadillo cutre para reponerse: una barra de sushi con un menú japonés.
Mientras, más de cien artistas dirigidos por Aitor Saraiba, escucharán en varias plazas los problemas de todos aquellos ciudadanos que se animen a contarles su vida. Después, tras el 'diagnóstico', les entregarán dibujos pintados in situ a modo de receta, fruto de esa comunicación. Es la otra vertiente del regalo, la de los que lo reciben. ¿Puede el arte ser curativo? Ellos están dispuestos a demostrar que sí.
También es una excelente oportunidad para descubrir un Madrid inédito, invisible en el día a día: a las nueve de la noche, las farolas de la Gran Vía se apagarán, y los coches y el ruido del tráfico darán paso a un 'Camino de la luz', que se podrá recorrer durante toda la noche a lo largo de una de las calles más representativas de la capital.
Asimismo, nuevas percepciones de la urbe en las discotecas o con los 'poemas voladores'. En Cibeles se podrá bailar al más puro estilo Fama animados por la coreógrafa Blanca Li y sus bailarines. Y mientras, en la Plaza Mayor, cientos de textos líricos de Benjamín Prado y la micropoetisa Ajo surcarán los cielos del lugar en globos de helio, para que quien quiera (o quien pueda), los coja al vuelo.
Por otra parte, varias jaimas se instalarán en el Templo de Debod con conciertos, exposiciones y encuentros para conocer músicos, poetas y pintores del pueblo saharaui. Este espacio para la conciliación cultural, diseñado por Federico Guzmán, acabará con una gran jam sesion que incluirá artistas españoles, cubanos y, por supuesto, saharauis.
No serán las únicas propuestas diferentes; 20 bandas sinfónicas animarán el centro metropolitano toda la noche con folklore, y un teatro callejero recorrerá la ciudad con la obra 'Bienvenido Mr. Marshall' en homenaje a Berlanga. Además, un burro gigante de más de 14 metros a modo de toro Osborne coronará Atocha, y las zonas más transitadas se llenarán del verde de las plantas y flores del Jardín Botánico gracias a una instalación lumínica del colectivo Luzinterruptus.
Además de todas las actividades que hemos destacado, hay otra manera de empacharse de arte. Los circuitos de cine, de artes escénicas, de música y de arte independiente serán la apuesta por la creación local y los jóvenes creadores. De este modo, los visitantes podrán ver ciclos de cine, disfrutar de música de vanguardia o acudir a interpretaciones teatrales en las salas alternativas de la ciudad.
En Chueca se instalarán cuatro pantallas para que todo el que quiera pueda pasarse a ver videoclips, animación, cine experimental y otras fórmulas alternativas poco usuales en las exposiciones de masas. Mientras, el Circuito de Agentes Artísticos Independientes, incluirá poesía, arte multimedia, cine experimental y arte sonoro en lugares como Arrebato Libros, Off Limits, Menosuno y La enana marrón bajo el título '364 noches sin blanca'.
Por último, a través del denominado Programa Abierto, los ciudadanos podrán descubrir los entresijos de cientos de instituciones culturales de toda la ciudad, que abrirán sus puertas de manera excepcional, realizando visitas. Se podrá acceder, entre otras cosas, a la exposición de Annie Leibovitz, en Alcalá 31, y la de Miguel Trillo, en la Sala del Canal (ambas con una banda sonora creada especialmente para la ocasión) o al Palacio Real, el Jardín Botánico, la Bolsa de Madrid, la Biblioteca Nacional o el estadio Santiago Bernabéu.
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