Asunción.- Un tribunal de apelaciones confirmó hoy la extradición a Argentina del ex médico militar Norberto Bianco, detenido en Asunción en 2008 y buscado en su país por su presunta participación en desapariciones durante la dictadura militar.
La decisión, adoptada por los jueces Luis María Benítez Riera, Tomás Cárdenas y Carlos Bray Maurice, ratifica la resolución dictada el 5 de agosto pasado por el juez Gustavo Amarilla, informaron fuentes judiciales citadas por la edición digital del diario Abc Color.
El ex militar fue detenido el 6 de mayo de 2008 en Asunción a la salida del sanatorio donde trabajaba, a raíz de un exhorto emitido por el juez argentino Alberto Martín Suárez, de la Cámara Federal de San Martín, por supuestos hechos de "homicidio y tormento".
El médico, quien permanece recluido en su vivienda en el barrio Jara de la capital paraguaya, está acusado de haber practicado partos a mujeres que posteriormente desaparecieron en los años 1977 y 1978 en el Hospital Militar de Campo de Mayo, en Buenos Aires.
Bianco fue excarcelado en octubre de 1998 en Buenos Aires, luego de cumplir dos de los once años y medio de prisión por apropiación ilegal de dos hijos de desaparecidos durante el último Gobierno militar en Argentina (1976-1983).
El ex militar había sido extraditado a su país en marzo de 1997 desde Paraguay, donde se refugió con su mujer, Nilda Wehrli, y los niños Pablo y Carolina, hijos de desaparecidos, al conocer la decisión de la justicia argentina de efectuar una prueba genética a los pequeños.
Esa petición fue formulada por la organización Abuelas de Plaza de Mayo, que buscaban que Pablo y Carolina se sometieran a las pruebas de ADN para determinar quiénes eran sus padres.
Bianco fue procesado y encarcelado por haber inscrito como hijos suyos a Pablo y Pablo, debido a que la justicia comprobó que eran hijos de desaparecidos y que sus actas de nacimiento habían sido falsificadas.
La justicia, además, recibió numerosas pruebas de que el ex oficial había intervenido en varios partos clandestinos que se practicaron en Campo de Mayo, uno de los centros utilizados en aquella época para la sustracción de menores.
Los abogados de Bianco en Paraguay reiteraron ante el tribunal de apelaciones que nadie puede ser juzgado dos veces por un mismo caso y que su cliente ya fue condenado por violación de derechos humanos en su país.
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