Madrid.- El actor y cantante Juan Manuel Montilla, alias "El Langui", se estrena en su faceta de escritor con su primer libro, "16 escalones antes de irme a la cama", una experiencia que le hace sentirse "útil, activo y sobre todo vivo", y que le permite desnudarse para narrar todos los retos de su vida.
"Hago un poco de altavoz", afirma durante una entrevista con Efe "El Langui", quien siempre que tiene un micrófono o un medio de comunicación delante hace su propia crítica social "por todos aquellos que no tienen la posibilidad".
Por eso, "El Langui" relata en los dieciséis capítulos de su primer libro los escalones diarios que debe subir para llegar a su habitación, desde la ilusión hasta el amor, narra los puntos esenciales de su vida como, entre otros, la soledad, el equilibrio o la amistad.
"16 escalones antes de irme a la cama" (Espasa) le ha hecho descubrir una "forma diferente de comunicación" más allá de su grupo de hip hop "La Excepción", del cine y de su programa radiofónico "Radio Taraská" para mostrar todo lo que tiene en su interior.
Es cierto que este proyecto le rondaba en la mente desde hacía años pero inevitablemente "El Langui" pensaba "¿quién soy yo para hacer esto?", una pregunta que le ayudó a contestar Juan Luis Cano, miembro de "Gomaespuma", quien le animó e hizo desaparecer sus miedos ante "la experiencia tan linda de publicar un libro".
El título es un homenaje al 16, un número que está constantemente en toda su vida: fue su número en los campamentos, en la lista del colegio, en las fechas importantes, en la furgoneta de su grupo "La Excepción" y sobre todo a los dieciséis escalones que tuvo que subir antes de recoger los dos premios Goya.
"Creo mucho en el destino", declara el cantante, quien achaca sus éxitos a las oportunidades que le ha ido ofreciendo la vida, aunque añade que "cualquier persona con una discapacidad desarrolla otro sentido" y a él, afectado por una parálisis cerebral desde su nacimiento, esta situación le ha hecho ser "muy observador".
"El Langui" está repleto de energía y de esfuerzo pero también tiene miedo y admite que sin duda su mayor temor es "el futuro que le estamos dejando a las generaciones que nos siguen", una sensación que ha aumentado desde que ha sido padre hace tres años.
Por su discapacidad, "El Langui" vence todos los días barreras arquitectónicas pero no le gusta vivir con angustia o temor, por eso nunca deja que le afecte porque "es un miedo con el que no se puede vivir" aunque le tiene terror a no poder valerse por sí mismo el día de mañana.
Ante sus temores, jamás deja de lado el humor, porque le gusta la gente que le inspira "alegría" y él mismo gasta bromas a todo el que le rodea porque cuando se aburre, explica, siente la necesidad de imaginar una trama, que cuanto "más disparatada, surrealista e impactante", mejor se lo pasa gastando la broma.
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