Madrid.- La caída de la venta de viviendas se ha moderado en el mes de julio, lo que para el Gobierno significa que comienza a recuperarse el mercado, a pesar de lo cual un estudio publicado hoy asegura que tres cuartas partes de las inmobiliarias españolas habrán desaparecido en 2013.
El número de ventas de vivienda cayó un 20,3% hasta las 37.039 operaciones en julio, respecto al mismo mes de 2008, con lo que son ya tres meses consecutivos en los que se ha ido ralentizando la caída.
Asimismo, julio es el tercer mes consecutivo en el que se producen aumentos de las transacciones de inmuebles, al aumentar un 4,7% respecto a junio, gracias al incremento del 11,6% de las ventas de vivienda usada y pese a que la nueva disminuyó el 1,3%.
La ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, señaló hoy que estos datos suponen una "moderada tendencia a la recuperación", gracias a la "moderación de los precios de la vivienda y al abaratamiento del dinero" por la bajada del euribor.
Corredor añadió que, aunque hay que tomar "con toda prudencia" estas cifras, son "una buena noticia" para las personas que necesitan una vivienda.
A pesar de ello, un estudio elaborado por la consultora RR de Acuña y Asociados expone que el 75% de las empresas constructoras dedicadas a la edificación de viviendas desaparecerán en los próximos cinco años.
Esta situación repercutirá en el empleo, de forma que entre 2007 y 2010 se destruirán 1,65 millones de puestos de trabajo, hasta reducirse a la mitad el peso de la construcción en el empleo total y situarse en el 6,3%.
Tres cuartas partes de las empresas del sector se verán abocadas a declararse en concurso de acreedores debido a su alto endeudamiento, a la caída de sus ingresos por el descenso de las ventas y a "su mala gestión", dice el estudio.
Además de la crisis económica mundial, esta situación ha sido consecuencia de la gran expansión inmobiliaria, que ha dado lugar a un escenario de sobre-oferta, con un stock de 1,5 millones de casas usadas o en manos de promotoras, que sumado al suelo disponible para edificar, supone una oferta total de 2,4 millones de viviendas.
Teniendo en cuenta que la demanda actual es capaz de absorber 230.000 inmuebles anuales, en la actualidad existen viviendas o suelo edificable para hacer frente a los próximos 15 años, es decir, hasta 2024, sin necesidad de invertir más en la urbanización de terrenos.
El estudio prevé que la oferta de vivienda irá disminuyendo "lentamente", debido a que la iniciación de vivienda nueva se reducirá hasta los 50.000-75.000 inmuebles y a la reactivación de las transacciones de casas.
No obstante, el estudio prevé un impulso de las transacciones de vivienda, aunque a un ritmo más lento en el caso de los inmuebles usados, cuya única forma de fomentar su venta será mediante un descenso de sus precios, que en los próximos tres años será del 22%, pronostica.
Esto se debe a que los créditos para la compra de vivienda usada, si bien se irán suavizando, mantendrán unas condiciones más duras que los dados en el caso de la obra nueva.
Hoy por hoy, no obstante, la estadística del INE revela que en el mes de julio se vendieron 18.351 viviendas de segunda mano (-20,5%) y 18.688 nuevas (-20,1%), lo que supone que la caída en tasa interanual de la obra nueva se igualó a la de la usada, habitualmente más pronunciada.
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