Madrid.- Vueling y Spanair se han sumado hoy a Iberia en ofrecer la posibilidad de acceder a sus aviones a través de una tarjeta de embarque que se descarga en el teléfono móvil, servicio que esta última compañía presta desde el pasado 9 de septiembre.
Se trata de una opción que en un principio está disponible para todos los vuelos que partan de los aeropuertos de Barcelona y Bilbao, tanto domésticos como internacionales, y que se irá extendiendo a medida que la funcionalidad vaya siendo desplegada por el gestor aeroportuario AENA en el resto de sus aeródromos.
Desde su traslado a la nueva terminal T1 de El Prat, Iberia ha introducido esta opción en los vuelos propios, así como en los operados por Air Nostrum con origen Barcelona, salvo en los del Puente Aéreo, donde, por sus características, no se puede hacer reserva previa, informó hoy la aerolínea.
En el primer día de funcionamiento, el nuevo servicio, que se puede descargar en teléfonos móviles y PDAs desde la página web de Iberia, fue utilizado por medio centenar de personas.
También los pasajeros de Vueling y Spanair pueden, a partir de hoy, conectarse desde sus móviles a las páginas web de ambas compañías y descargar su tarjeta de embarque.
El nuevo sistema es de amplio alcance, al ser apto para ser utilizado por el 95% de los móviles en funcionamiento en España.
Durante el periodo de prueba, más de 1.000 pasajeros han usado con éxito este sistema en la Terminal 1 del aeropuerto de Barcelona, según señaló Vueling en un comunicado de prensa.
La tarjeta de embarque móvil está disponible hasta siete días antes de la fecha del vuelo.
Entre las ventajas del nuevo sistema, Vueling destacó un notable ahorro de papel, ya que aspira a que el 40% de los casi 9 millones de pasajeros que transporta en España en un año completo de operaciones pueda llegar a hacer uso de este sistema.
Teniendo en cuenta que la facturación desde casa o la oficina supone la impresión de dos hojas de papel por cada vuelo que se tome, el despliegue de este nuevo modo de embarque conllevará el ahorro de hasta 14 millones de hojas de papel, lo que se traduce en 2.400 árboles (hacen falta 17 árboles para fabricar una tonelada de papel).
Puestos en línea, los 14 millones de folios, de 29,7 centímetros de largo cada uno, cubren 4.158 kilómetros, lo que equivale a la distancia entre Barcelona y Terranova, en Canadá.
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