Bilbao.- Los sindicatos ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru han anunciado hoy, transcurridos casi cuatro meses de la huelga general que convocaron el 21 de mayo en Euskadi y Navarra, el desarrollo de nuevas movilizaciones y la recogida de firmas en demanda de un giro en las actuales políticas económicas y laborales.
Responsables de los sindicatos nacionalistas han presentado en Bilbao un decálogo de diez medidas "anticrisis" en favor del empleo, de una revisión de la política fiscal, de un aumento del gasto social y de un marco vasco de relaciones laborales, entre otras, dirigido a las Administraciones y en torno al cual aspiran a recoger "miles" de firmas en los centros de trabajo.
La secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, ha indicado que son medidas viables que sólo requieren "voluntad política" para su materialización.
Empleo "digno", progresividad fiscal, aumento de prestaciones sociales y gasto sanitario, legislación laboral propia, respeto a las mayorías sindicales, impulso al sector público y fomento de la participación de la sociedad en el diseño de las políticas económicas son algunas de las medidas reclamadas.
En apoyo a sus reivindicaciones, las centrales han convocado movilizaciones el próximo día 22 en San Sebastián y ante los Parlamentos vasco y navarro los días 13 de noviembre y 11 de diciembre, respectivamente.
También van a solicitar reuniones con los Gobiernos vasco y navarro y las Diputaciones.
Con el Gobierno vasco tienen previsto hacerlo en breve, según el secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, que se ha mostrado crítico con la actitud del Ejecutivo presidido por el socialista Patxi López y el proceso de diálogo social que desarrolla con la patronal Confebask y los sindicatos CCOO y UGT.
A estos últimos, las centrales nacionalistas no van a presentar sus propuestas porque CCOO y UGT "ya han decidido dónde están".
Muñoz ha indicado que "un gobierno democrático no puede despreciar" a la mayoría sindical y ha considerado que "este Gobierno tiene muy poco de democrático" y ha "mentido" al decir a ELA que "las puertas de Lakua estaban abiertas" y luego no llamar, como dijo que haría, para concretar una reunión.
También ha criticado los mensajes sobre cambios en la fiscalidad desde instancias gubernamentales y ha opinado que lo que se pretende es "un maquillaje fiscal". Ha advertido de que "parece que van a tomar decisiones en impuestos indirectos, que son muy injustos".
A los cambios fiscales en el IRPF planteados por el consejero vasco de Economía, Carlos Aguirre, ha replicado que para ello es necesario el concurso de PP y PNV, que "han dicho que no están dispuestos a cambiar esa fiscalidad".
El dirigente de ELA ha opinado que "han montado" el proceso de diálogo social para "adormecer al movimiento sindical que se deja cautivar por eso" con el objetivo de "administrar el ajuste que quieren patronal y gobiernos, uniformizar el Estado" y "obtener financiación" para las organizaciones participantes.
Según ha dicho, el diálogo social en Euskadi y Navarra "tiene la misma naturaleza que los pactos PP-PSOE y UPN-PSN, es una especie de excepción que hay que administrar".
Para el sindicalista, el tiempo ha dado la razón a los convocantes de la huelga del 21 de mayo -poco después de la toma de posesión del nuevo Gobierno vasco-, cuando afirmaron que cambian los partidos en los gobiernos pero "siguen las mismas políticas" ya que no hay "ningún cambio" en las políticas que han conducido a la crisis.
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