El Gobierno se posiciona por la viabilidad y el empleo de Figueruelas

Madrid.-  El Gobierno español se ha posicionado sin ambages por la viabilidad y el mantenimiento del empleo en la planta de Opel en Figueruelas (Zaragoza), tras la venta de Opel a Magna y reitera el alto índice de competitividad de esta instalación aragonesa.

Los sindicatos se han mostrado, en cambio, más reticentes y ya se han preocupado de advertir que los condicionantes del plan industrial del nuevo gestor, de un excedente laboral en la planta española de 1.600 trabajadores, tendrá la respuesta de la conflictividad, aunque, por otra parte, se felicitan porque se haya adoptado una decisión que ha puesto fin a meses de incertidumbre.

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, tras la reunión del Consejo de Ministros, declaró que el Gobierno español trabajará con los nuevos propietarios, los sindicatos y el Gobierno de Aragón para evitar la pérdida de puestos de trabajo.

Salgado recordó que la factoría de Figueruelas es una de las más productivas de la empresa y, por ello, merece una "consideración especial" y señaló que cualquier decisión a la que lleguen las partes estará basada "en la racionalidad

El presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, no da "nada" por perdido, y ha comprometido el apoyo del presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, en este proceso.

Iglesias, que antepuso que en todo momento habrá coordinación con el Gobierno central en el proceso de consultas con el nuevo gestor y con los trabajadores, aludió a un dato positivo: que "GM no se va" del todo, puesto que conserva "un número importante de acciones" (el 35%).

En el plano sindical, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, pidió que el Gobierno convoque urgentemente la comisión de seguimiento de Opel, integrada por las centrales y los gobiernos central y autonómico.

Pedro Bona, representante de la central socialista en la planta de Opel, criticó que el Plan de Magna prevea el cierre de una de las líneas de producción de Figueruelas, lo que provocaría reducir el registro productivo de 465.000 a 320.000 unidades y supondría un impacto muy negativo para el parque empresarial anexo a la zona, integrado por más de un centenar de compañías proveedoras.

CCOO, a través de su federación de Industria, considera "imprescindible" la negociación de un nuevo plan industrial con Magna.

La planta de Opel en Figueruelas, en la que actualmente se producen el Corsa, el monovolumen urbano Meriva y el comercial Combo, fue inaugurada en noviembre de 1982 y, desde entonces ha producido más de diez millones de vehículos y destinado inversiones en torno a los 4.000 millones de euros.

En el exterior, la Comisión Europea ha dado el aviso de que vigilará el proceso de la venta de Opel, así como que el arbitraje de las ayudas nacionales no se condicionen al mantenimiento de la producción en los territorios.

Sobre las futuras intenciones de Magna, el presidente de General Motors-Europa, Carl Peter Forster, adelantó que Opel pierde en la actualidad 100 millones de euros mensuales, lo que obliga a la aplicación de un plan duro de ahorro.

Forster anticipa también que los planea de ahorro, en torno a los 1.200 millones de euros, supondrán una reducción de empleo "en una cifra elevada de cuatro dígitos o más" y no ocultó que ya hay planes de actuación elaborados.

La inclinación de los alemanes por la oferta de Magna, en cuyo plan industria no estaban previstas actuaciones traumáticas sobre las instalaciones en ese país, se ratificó con la satisfacción de los principales jefes de los landers con fábricas de la marca.

"Solo Magna garantiza con su concepto empresarial" que la operación sea un éxito, señaló hoy Roland Koch, jefe del gobierno del céntrico estado federado de Hesse, donde se encuentra Rüsselsheim, la central de la empresa Opel.