Brasil sale de la recesión técnica y el Gobierno prevé un crecimiento del 1% este año

Río de Janeiro.-  La economía brasileña salió de la recesión técnica a la que había sido empujada por la crisis mundial al crecer el 1,9% en el segundo trimestre de este año frente al primero, según datos divulgados hoy por el Gobierno.

La reacción del Producto Interior Bruto (PIB) fue rápidamente festejada por el ministro de Hacienda, Guido Mantega, para quien la cifra permite prever que la mayor economía latinoamericana terminará el año con un crecimiento del 1% y que la expansión llegará al 5% en 2010, prácticamente igual a la de 2008 (5,1%).

"Brasil es el país que se recuperó más rápido en el mundo" de la crisis económica global, afirmó un efusivo Mantega en declaraciones a periodistas y previó tasas de crecimiento aún mayores para el tercero y cuarto trimestre de este año.

Según el ministro, Brasil está mostrando una recuperación en forma de "V", con una caída y una reacción muy rápida, y no, como la mayoría de los países, en forma de "U", con una recuperación más lenta.

"El resultado del segundo trimestre muestra que la economía ya volvió a crecer. Ese crecimiento continuará en el tercer trimestre, cuando será de entre el 2% y el 3%, de modo que terminaremos el año con una tasa positiva", afirmó.

Mantega dijo que el resultado del segundo trimestre obligará a los economistas de los bancos privados a revisar sus proyecciones de crecimiento de Brasil este año, ya que hasta la semana pasada calculaban una contracción del 0,16%.

Pese a que el PIB se contrajo un 1,2% en el segundo trimestre si se le compara con el mismo período de 2008, la reacción frente al primer trimestre del año, que superó las expectativas y fue impulsado principalmente por la industria, permite prever esa recuperación.

El resultado del segundo trimestre puso fin a la recesión en la que técnicamente se encontraba el país hasta marzo, cuando completó dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo.

En el primer trimestre, el PIB se contrajo un 1% frente al cuarto trimestre del año pasado, cuando ya había caído un 3,4% en comparación con el tercero, según los datos revisados y divulgados hoy por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).

La economía brasileña acumula una caída del 1,5% en el primer semestre del año frente al mismo periodo de 2008, su peor resultado desde 1996, pero el PIB acumulado en los últimos doce meses hasta junio registra un crecimiento del 1,3% frente al medido entre julio de 2007 y junio de 2008.

Mantega atribuyó la rápida recuperación a las medidas adoptadas por el Gobierno para incentivar la industria y el consumo, precisamente los dos sectores que impulsaron el crecimiento en el segundo trimestre.

Mientras que la industria creció un 2,1% en el segundo trimestre frente al primero, el sector de servicios creció un 1,2% y el agropecuario registró una contracción del 0,1%.

De la misma forma, el consumo de las familias creció un 2,1% en el trimestre, mientras que el consumo del Gobierno se retrajo un 0,1%.

Brasil comenzó a sufrir en octubre pasado los efectos de la crisis global, que causó una fuerte bajada de la demanda internacional de materias primas, de las que es uno de los mayores exportadores mundiales, lo que tuvo un fuerte impacto en la industria.

Para contrarrestar la crisis, el Gobierno inyectó millonarios recursos en el mercado para facilitar el crédito y redujo los impuestos sobre los sectores industriales más afectados, lo que permitió una disminución de los precios de productos como automóviles y electrodomésticos.

Mantega anticipó que, como esas medidas ya cumplieron su objetivo, los incentivos fiscales serán suspendidos a finales del año.

"La economía ya está caminando con sus propias piernas. Ya no necesita ser ayudada por el Gobierno, aunque lógicamente que seguiremos bajando las tasas de interés, aumentando el crédito y estimulando las inversiones", afirmó.

Según el economista Roberto Olinto, coordinador de Cuentas Nacionales del IBGE, los incentivos del Gobierno permitieron mantener en expansión el consumo interno, que se ha convertido en el principal motor del crecimiento de la economía brasileña.