SAN SEBASTIÁN.- El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Julio Segura, anunció este viernes en San Sebastián que están ultimando una propuesta que remitirán al Ministerio de Economía y Hacienda con el objetivo de aumentar la transparencia de las retribuciones de los consejeros.
Segura realizó este anuncio en el transcurso de su participación en la XXVIII edición de los Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco y la Federación de Cajas de Ahorros Vasco-Navarras.
En su intervención, aseguró, en relación a las políticas de remuneración de los consejeros, que es necesario aumentar el nivel de transparencia de las retribuciones de los consejeros, además de otras mejoras relacionadas con los sistemas retributivos y el seguimiento de "los posibles riesgos asociados", desde el punto de vista de los bancos centrales y los supervisores prudenciales.
Segura recordó las recomendaciones en materia de transparencia informativa que la Comisión europea hizo el pasado abril y que, según señaló, no están actualmente incluidas en la normativa española, ni en el Código unificado de Buen Gobierno.
Por ello, cree que hay que definir el "mejor modo" de abordar su incorporación al marco español. En este sentido, adelantó que la CNMV está ultimando una propuesta de actualización que remitirá al Ministerio de Economía.
En la misma, se propone un sistema híbrido que "combine ciertas exigencias de transparencia obligatoria", mediante una serie de modificaciones legislativas, con el mantenimiento de las recomendaciones de buen gobierno. "Podría ser conveniente dotar algunas recomendaciones de rango normativo tales como, por ejemplo, las definiciones sobre las distintas categorías de consejeros", añadió.
Segura indicó que, sea cual sea el resultado, la adaptación de dichas recomendaciones mejorará el nivel de transparencia sobre las retribuciones de los consejeros y la política retributiva de las
sociedades emisoras y es posible que "evite o, al menos, dificulte, la implementación de ciertos incentivos cortoplacistas a los gestores, sobre los que existe abundante evidencia de que han provocado un sesgo en las decisiones de los mismos en contra de los intereses de las empresas y de sus accionistas".
CRISIS
Por otra parte, Segura afirmó que se han producido en el sistema financiero fallos de mercado, materializados en el aumento de las "asimetrías" informativas derivadas del proceso de innovación financiera, así como en la existencia de "conflictos de interés no resueltos" en ciertas empresas que prestan servicios financieros y en fallos de gobierno que han primado "una visión a corto plazo en beneficio de los gestores y en perjuicio de los accionistas y empleados".
Además, apuntó que se han dado fallos regulatorios que han permitido la coexistencia de actividades reguladas y no reguladas, lo que supone "agujeros negros" que han favorecido el arbitraje regulador y el desarrollo de activos de baja calidad.
A estos factores, unió los fallos de diseño de políticas macroeconómicas que han propiciado unas "condiciones extremadamente holgadas de liquidez y bajo coste de financiación" durante un dilatado periodo, lo que ha favorecido unos niveles de riesgo y endeudamiento "no sostenibles".
Segura indicó que toda innovación financiera mejora la eficiencia del sistema, aunque advirtió de que "una parte no despreciable" de la innovación ha tenido como objetivo "evadir los requerimientos de capital regulatorio, no consumir recursos propios". A su juicio, la "creciente" importancia de este tipo de innovación se encuentra "en el origen de la crisis actual".
"La hipótesis de que la innovación financiera irrestricta mejoraría la eficiencia del sistema financiero mundial se ha mostrado equivocada, dando lugar a resultados muy ineficientes desde una perspectiva dinámica no de muy corto plazo", apuntó.
La segunda hipótesis "errónea", a juicio de Segura, es que todos los productos financieros, por complejos que sean, tienen siempre mercados activos. Ello ha conducido a "infravalorar el riesgo de liquidez".
Segura enumeró los problemas que han conducido a un funcionamiento "ineficiente" de los mercados financieros como son la información insuficiente y asimétrica, regulación muy tolerante y problemas en la calificación de la calidad de los productos.
CNMV
En esta coyuntura, afirmó que, desde el inicio de la crisis, la CNMV ha puesto especial énfasis en la mejora de la transparencia. Ese trabajo para mejorar la transparencia, según Segura, se puede dividir en dos áreas, por una parte, participan en el debate internacional sobre las reformas a implementar y, por otro lado, priorizan determinadas actuaciones en el ámbito doméstico para mejorar la información para los inversores y conjunto del mercado.
En relación al debate internacional, aseguró que la CNMV mantiene un "papel activo" sobre las reformas regulatorias necesarias e impulsadas por el G20 y otros organismos internacionales. En este sentido, destacó que la nueva regulación de las agencias de rating en Europa es "un avance importante" porque somete a las agencias "a un proceso de registro y supervisión", a la vez que establece medidas que "aumentan la transparencia e incentivan la mejora de la metodología de calificación".
Segura aseguró que la supervisión de esas agencias es una nueva función que recaerá sobre las instituciones supervisoras como la CNMV. "Confío que avancemos algo más en la centralización de dicha supervisión en la que CESR debería adquirir un protagonismo mayor en detrimento de las agencias supervisoras nacionales", apuntó.
En su intervención, también se refirió a la calidad de la información financiera de las entidades emisoras, señalando que la obligación de reflejar los descensos de precio de los activos en las carteras favoreció "un caldo de cultivo" que llegó a determinados grupos a cuestionar el objetivo de la contabilidad.
A su juicio, el debate abierto ha permitido identificar algunas áreas que precisan de un "mayor refinamiento técnico" y que, por lo tanto, pueden ser "revisadas". Segura indicó que el organismo encargado de la emisión de las normas contables internacionales, el IASB, ha publicado en julio un proyecto en el que se revisa en profundidad el tratamiento de los distintos instrumentos financieros e incluye, en una segunda fase, un posible cambio del método de reconocimiento del deterioro de los activos desde el modelo de pérdida incurrida al de pérdida esperada.
En su opinión, ello mejorará la calidad de la información que suministran las entidades financieras y, además, reducirá probablemente la "prociclicidad" de los resultados de las empresas.
Además, dentro del debate internacional, destacó las mejoras de transparencia que finalmente se van a llevar a cabo en los mercados de renta fija, donde la información en Europa es "mejorable", aunque, a su juicio, en España se está "en una situación mejor que la media de la UE".
Respecto a las actuaciones de la CNMV en el ámbito nacional, destacó el trabajo para garantizar una adecuada valoración de los activos financieros y su preocupación por la gestión de la liquidez de las carteras de los fondos.
Segura destacó que, en los últimos meses, debido a la necesidad de mejorar sus recursos propios y como consecuencia de la falta de liquidez en los mercados, las entidades financieras han recurrido de forma frecuente a su colocación a través de la red comercial.
El presidente de la CNMV subrayó el trabajo realizado para garantizar que el inversor tuviera toda la información disponible. En este ámbito indicó que no ha existido "contradicción alguna" en este terreno entre la actuación del BE y de la CNMV.
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