Madrid a los ojos de Almodóvar

El director manchego es uno de los mayores embajadores de la ciudad de Madrid. Más que Gallardón y su afán olimpista. En algunos aspectos, más que el Real Madrid y sus estrellas. Pese a sus orígenes, Almodóvar ha asimilado la capital como propia, la ciudad a la que llegó a los 17 años en busca de sueños y a la que ha sido infiel en sólo una de sus películas: 'Todo sobre mi madre'. Ahora, una vez más, lo sigue siendo, con la nueva candidatura de 'Los abrazos rotos' a los premios del cine europeo. Pero hasta llegar aquí, su cámara y sus pupilas se han posado en infinidad de rincones, más lejanos que cercanos a las típicas rutas turísticas de la ciudad.

Almodóvar es a Madrid lo que Woody Allen a Manhattan o Fellini a Roma, pese a que no ha declarado, como aquellos, su apasionado amor en público. Un recorrido por su filmografía puede arrojar luz sobre la evolución de la capital de España en los últimos 30 años.

Calle Montalbán y la Gran Vía. En la que es para muchos su mejor película. 'Mujeres al borde de un ataque de nervios', Carmen Maura vivía en un ático de la calle Montalbán con unas espléndidas vistas de la ciudad. En su terraza, cuidaba a sus gallinas en pleno centro urbano.  Y en esta misma película aparecía uno de los paisajes favoritos del realizador: la Gran Vía con el edificio de Telefónica al fondo.

Orcasitas. De este barrio era el violador de 'Kika', conocido como 'el violador de Orcasitas'.

El Rastro. Efervescente y lleno de vida, aparece como un personaje más en 'Laberinto de pasiones', en la movida madrileña.

Arenal. Aquí se rodó la última secuencia de 'Carne Trémula', en pleno fervor navideño y con un primer plano del Museo del Jamón, sin duda, el museo más saboreado de Madrid.

Viaducto de la calle Bailén. Hoy protegido por cristales en los laterales peatonales, inspiraba en Almodóvar lo mismo que en los numerosos madrileños que se dejaron allí la vida a conciencia, ansias de suicidio. Allí rodó el manchego 'Matador'. Este controvertido film disfrutó de otras localizaciones como el matadero de Legazpi, hoy centro cultural 'gafapasta', o la Casa de Campo, hoy convertida en un auténtico parque temático 'almodovariano'.

Plaza de la Paja y Plaza Mayor. La escritora interpretada por Marisa Paredes en 'La flor de mi secreto' vivía en la conocida plaza de La Latina y Juan Echanove se marcaba un zapateado en una vacía Plaza Mayor.

Calle Fuencarral. En pleno centro, desde Quevedo hasta la Gran Vía, alberga una joya escondida, el convento de 'Entre tinieblas'.

Chueca. Antes de que este barrio fuera invadido por el universo gay y se convirtiera en lugar de peregrinación para los afines de toda Europa cada año a finales de junio, Antonio Banderas recorrió sus calles llenas de yonquis y delincuentes en 'Átame'.

La Ventilla. Un barrio de chabolas ruinosas a punto de ser derribadas cerca de las entonces modernas Torres de Plaza de Castilla daba un aire melodramático al universo de 'Carne Trémula'.

Las Casas de la M-30. Tres bloques a la orilla de la circunvalación madrileña ejercían de vivienda de los protagonistas en '¿Qué he hecho yo para merecer esto?'. Era y es el barrio de la Concepción, muy cerca de la mezquita de la M-30. Cuando el director trabajaba en Telefónica e iba a trabajar al almacén de Fuencarral, pasaba siempre por este lugar y se quedaba subyugado al observar aquellas edificaciones.

Cementerios, trenes y aeropuertos. Barajas y el Cementerio de la Almudena tienen plaza casi fija en las películas de Almodóvar. La llegada de Peter Coyote a Madrid en 'Kika' fue reflejada en la entonces flamante nueva estación de Atocha del AVE. Algunos años después, en 'Todo sobre mi madre', Cecilia Roth volvía a usar el AVE, esta vez para viajar entre Barcelona y Madrid. Almodóvar se adelantó a su tiempo. El AVE aún no había llegado a la capital catalana.