Roma.- El presidente de la Cámara de los Diputados de Italia, Gianfranco Fini, advirtió hoy al primer ministro del país, Silvio Berlusconi, que tenga cuidado con quienes le aplauden en el partido Pueblo de la Libertad (PDL) porque luego le critican.
"El PDL es el epicentro del Gobierno y necesita coherencia entre lo que dice y lo que hace. Y a Berlusconi le digo: cuidado con los que te aplauden, es decir, con los que aseguran que está todo bien y después, cuando el primer ministro no escucha, dicen cosas diferentes", subrayó.
Fini, quien intervino en el seminario de formación de dirigentes del PDL, en la ciudad italiana de Gubbi, afirmó que "no es digno de un debate político este goteo de declaraciones basadas sobre tres hipótesis: que estoy loco, que soy un comunista travestido y que aspiro a ser presidente de la República".
A lo largo de esta legislatura, Fini, que fue fundador del partido de derechas Alianza Nacional (AN), ha adoptado posturas diferentes a las del PDL en cuestiones éticas y de inmigración hasta el punto que el diario afín a Berlusconi "Il Giornale" le calificó de "compañero Fini" y le acusó de dañar al primer ministro y favorecer a la oposición.
En opinión del presidente de la Cámara, los problemas del PDL son la falta de capacidad de decidir y la ausencia de democracia interna.
"Ayer dije a Berlusconi que desde el 27 de marzo no hemos decidido nada (...) Necesitamos un cambio de marcha, un debate interno", aclaró Fini.
Añadió que "el PDL necesita más democracia interna. Hablar de democracia interna no significa poner en cuestión el liderazgo o cumplir un acto de lesa majestad".
"Dijeron que quiero ser jefe del Estado, pero preferiría ser secretario de las Naciones Unidas y desear que se conceda el derecho de voto a los inmigrantes en las elecciones administrativas y esto no es ser cato-comunista", destacó Fini en respuesta a las críticas recibidas en ese sentido en los últimos días.
"¿Es un delito pensar en hacer propuestas o peticiones?", se preguntó Fini y solicitó que su partido promueva una confrontación interna sobre asuntos como la inmigración, el testamento vital y la crisis económica.
Resaltó que todo esto es "indispensable para reforzar cada vez más al PDL, para permitirle crecer, no a través de un espíritu de cuartel, sino de partido plural, capaz de crear síntesis y equilibrio", y concluyó diciendo: "no renuncio a mis ideas. No al pensamiento único".
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