Roma.- Varias jóvenes que acudieron a las fiestas de Silvio Berlusconi han desmentido haber tenido relaciones con Gianpaolo Tarantini y haber sido pagadas para acudir a los guateques del primer ministro italiano.
En declaraciones al "Corriere della Sera", la actriz Manuela Arcuri, la ex concursante de Gran Hermano la venezolana Carolina Marconi, la modelo Francesca Lana y la ex participante de la Isla de los Famosos, Linda Santaguida, han desmentido haber tenido relaciones con Tarantini, la persona que presuntamente reclutaba las jóvenes para las fiestas, a quien calificaron de "mentiroso".
La bailarina Barbara Guerra, de 31 años, afirma que conoció a Berlusconi tras un espectáculo de baile el 6 de octubre de 2008 y que el primer ministro invitó después a todo el grupo de artistas al palacio Grazioli de Roma.
"Era una fiesta. Éramos unas 30 personas y allí por primera vez conocí a Tarantini, al que no había visto jamás", refiere.
Taratini dijo que había pagado a Guerra mil euros por una posible relación sexual con Berlusconi, a lo que la joven responde:"¿Yo? es absurdo, es una pesadilla. Jamás he recibido dinero de Tarantini".
Refiere que se trató de "una cena alegre, entre personas adultas, no penseis en orgías. Bailamos, comimos, cosas normales y el presidente bromeó, regaló colgantes a las mujeres y corbatas a los hombres".
Preguntada si se quedó en el palacio junto a Berlusconi, la joven es taxativa: "Oiga, mi padre tiene 50 años y ya un hombre de esa edad (de Berlusconi) me daría asco, no me podría estar en la cama con un hombre como mi abuelo".
Preguntada si conoce a la prostituta Patrizia D'Adddario, de 42 años, y que reconoció haber pasado una noche con Berlusconi mediante pago de mil euros por Tarantini, responde: "Jamás, por suerte".
En los mismos términos se expresó la venezolana Carolina Marconi, bailarina de televisión italiana y concursante de Gran Hermano y presentadora del programa "La tintoria" de la cadena televisiva Rai3.
Para Marconi, Tarantini "está completamente loco", aunque reconoce haber estado en la residencia del primer ministro en Roma, el palacio Grazioli "invitada por amigos importantes, pero no por Tarantini".
"Y si quiere saber de mis relaciones con el primer ministro, no lo llamo papi. También porque es una persona mayor...y no me he ido jamás a la cama con él, para ser claros", subraya.
A Berlusconi lo conoció sin necesidad de Tarantini en una boda en septiembre de 2008 de la diputada del Pueblo de la Libertad (PDL), Elvira Savino, según narra.
"Berlusconi era testigo y me lo presentaron", dice.
Carolina Marconi admite haber participado en dos cenas de Berlusconi sin la mediación de Tarantini -"no tengo ni su celular"- y afirma que el primer ministro fue siempre "muy educado, pero no hubo confianza entre nosotros".
Y que en las fiestas "había música porque a Berlusconi le gusta cantar, contar las chistes de siempre y dar algún que otro regalo".
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