Ginebra.- La ONU confirmó hoy en dos informes que en la República Democrática del Congo se han cometido crímenes de guerra y contra la humanidad en la violencia registrada el año pasado en la región de Kivu y la ciudad de Goma, y pidió que los responsables sean castigados.
Los dos informes, redactados por la Fuerza de mantenimiento de la paz en RD Congo (MONUC) y por la oficina de la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navy Pillay, abarcan una serie de hechos registrados en Kivu norte y sur en octubre y noviembre de 2008, en un periodo de fuertes combates entre las fuerzas gubernamentales y la milicia liderada entonces por Laurent Nkunda.
Tanto las fuerzas gubernamentales como las milicias rebeldes son acusadas de haber cometido ejecuciones arbitrarias de civiles, violencia sexual y actos de pillaje a gran escala.
Las primeras actuaron, en muchos casos, "contra la misma gente a la que se suponía que estaban protegiendo en Goma y en Kanyabayonga y pueblos cercanos", señalan los informes.
Los investigadores de la ONU han documentado al menos 12 casos de asesinatos arbitrarios por parte de los soldados, así como unas 70 violaciones cometidas por estas mismas fuerzas gubernamentales.
En cuanto a los rebeldes, se han documentado 67 casos de ejecución arbitraria, pero el informe señala que "el número total se cree que es mucho mayor".
En el pueblo de Kiwanja, unos 75 kilómetros al norte de Goma, "las víctimas no murieron por fuego cruzado, sino que fueron asesinadas, a menudo dentro de sus casas, después de que los combates hubieran cesado", se señala.
"Las acciones de la milicia Congreso Nacional para la defensa del Pueblo (CNDP), de Nkunda, podrían equivaler a crímenes de guerra y contra la humanidad y forman parte de un patrón de brutalidad que se perpetua en el este de la RD Congo sin ser castigado", declaró Navi Pillay en un comunicado.
Y añadió su "profunda preocupación" por el que hecho de que "miembros del CNDP implicados en esos crímenes estén en libertad o integrados ahora en las fuerzas gubernamentales", agregó.
Uno de los antiguos dirigentes de esa guerrilla y ahora miembro del Ejército, Bosco Ntaganda, es objeto de un mandato de arresto por la Corte Penal Internacional.
Pillay también lamentó que los soldados que han cometido exacciones no hayan sido detenidos y que estén libres en la misma zona de la violencia.
La responsable espera que el anuncio hecho por Kinshasa de que mantendrá una política de tolerancia cero frente a la violencia sexual "vaya seguido de acciones concretas e inmediatas para castigar a sus autores".
Y subrayó que "las violaciones sexuales siguen cometiéndose cada día".
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