Dulko se hunde, Oudin crece y Federer y Verdasco avanzan a cuartos

Nueva York.-  Gisela Dulko salió malparada del enfrentamiento con la ucraniana Ekaterina Bondarenko (6-0 y 6-0), que le impidió hacer historia y alcanzar los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos como la estadounidense Melanie Oudin, uno de los pocos alientos del público local, que perdió a John Isner, vencido por Fernando Verdasco, que progresó igual que el gran favorito, el suizo Roger Federer.

En cincuenta minutos, el sueño de la argentina se desvaneció. Bondarenko la despachó de mala manera y la apartó de los cuartos de final, que hubiera supuesto el mejor registro de la tenista de Tigre en un Grand Slam.

"No fue un buen día. Fue un día negro para mí y nunca entré en el partido. Ella estuvo sólida pero sobre todo yo nunca entré en juego. No fueron los nervios porque no lo estaba pero fue un mal día. Tengo que quedarme con lo hecho hasta cuarta ronda. Intentar quedarme con los positivo porque si no, me hundo", reconoció la jugadora argentina, que no podrá progresar en la segunda semana.

El cuadro femenino del Abierto de Estados Unidos, decaído por las dimisiones de muchas de las favoritas, encontró aire fresco en la figura de Melanie Oudin.

La joven estadounidense, de diecisiete años, ha encandilado al público local por sus triunfos y su espíritu sobre la pista, alimentó su historia profesional con la victoria sobre la rusa Nadia Petrova (1-6, 7-6(2) y 6-3), decimoséptima favorita, que adentra a la norteamericana a los cuartos de final del torneo.

La jugadora más joven es Estados Unidos en alcanzar la cuarta ronda de Nueva York desde Serena Williams en 1999, ha liquidado en su paso a rusas tan ilustres como Elena Dementieva y Maria Sharapova. Ahora superó a Petrova.

Oudin se ha convertido en la sensación del cuadro femenino, encogido con la eliminación de numerosas favoritas. La tenista de Marietta, de padre francés, ha igualado su registro de Wimbledon. Los cuartos de final, donde se enfrentará con la ganadora del choque entre la danesa Caroline Wozniacki y la rusa Svetlana Kuznetsova.

El cuadro masculino, sin embargo, sigue al margen de los sobresaltos. Los favoritos prosiguen. Aumentan sus expectativas con los pesos pesados a pesar de que ya no hay representantes locales. El último cayó a manos del español Fernando Verdasco, que desveló las limitaciones del tenis de John Isner, al que batió en la cuarta ronda (4-6, 6-4, 6-4 y 6-4) para alcanzar, por primera vez en su carrera, los cuartos de final del último Grand Slam del año.

Verdasco, que jugará ante el ganador del choque entre el serbio Novak Djokovic y el checo Radek Stepanek, se quedó como única representación española después de que Federer liquidara a Tommy Robredo (7-5, 6-2 y 6-2).

Federer liquidó por la vía rápida a la raqueta española, revitalizada por el buen aspecto que ofreció en el partido contra James Blake, que le situó en cuarta ronda. El tenista de Hostalric, víctima del acelerón del helvético, se estancó en el inicio de la segunda semana del torneo.

El número uno del mundo ya tiene rival en cuartos. Se trata del sueco Robin Soderling, beneficiado por la retirada del ruso Nikolay Davydenko, dolido en la pierna izquierda, que dejó el partido cuando acababa de perder el tercer set (7-5, 3-6 y 6-2).

Federer y Soderling reeditarán la última final de Roland Garros. Es el sueco el más favorecido por los abandonos rivales. Además de Davydenko, el español Marcel Granollers decidió retirarse en los primeros juegos del partido de la segunda ronda.

El cuadro masculino ha padecido cuatro bajas precipitadas. Además de las de estos dos, el francés Gilles Simon dejó su duelo con el español Juan Carlos Ferrero. También el argentino José Acasuso renunció a seguir su partido con el francés Gael Monfils, rival de Rafael Nadal el martes.