Salónica (Grecia).- El primer ministro saliente griego, Costas Caramanlis, prometió hoy profundos cambios estructurales y reformas económicas y sociales, si es reelegido en las próximas legislativas del 4 de octubre.
En un discurso ante empresarios del norte de Grecia en Salónica, Caramanlis solicitó al electorado "elegir con cuál líder va a superar la crisis".
La presencia de Caramanlis en Salónica atrajo a unos 10.000 manifestantes de círculos trabajadores, de partidos de la oposición y organizaciones sindicales, que se manifestaron hoy en diversos puntos de la ciudad bajo vigilancia policial.
En pequeños incidentes provocados por grupos marginales que se sumaron a las protestas contra el Gobierno fueron incendiados cajeros automáticos, cámaras de vigilancia y escaparates de tiendas, mientras la policía utilizó gases lacrimógenos para dispersarlos y detuvo a 25 personas que portaban bombas incendiarias.
Caramanlis volvió a justificar elecciones generales adelantadas como la única manera de implementar un programa para sacar al país de las consecuencias de la crisis económica mundial.
Declaró que "la crisis ya ha llegado a nuestro país, los dos próximos años serán muy difíciles y 2010 será crucial para la economía griega".
Planteó el dilema a los votantes de elegir "entre estrategias (de la oposición), que sirven al populismo, o aquellas que se atrevan a asumir decisiones" en alusión a su partido.
Reconoció que Grecia ha sufrido un descenso de ingresos en el turismo, la industria naviera y la construcción, tras puntualizar que "se requieren severos cambios estructurales y reformas".
Caramanlis prometió al electorado que si le da una tercera oportunidad al poder, gobernará "con transparencia" y recortará el gasto público, del que responsabilizó al abultado sector público, producto de "los (socialistas) que gobernaron por dos décadas".
Advirtió de que las reformas "dolerán" y que incluirán rebajar los sueldos de los ministros y los gastos del Parlamento y de los directores y ejecutivos de empresas y organismos estatales.
Anunció que se "congelarán durante dos años los contratos en el sector público, al igual que los sueldos en los sectores privado y público".
En caso de ser reelegido, el mandatario saliente prometió un mayor control en el gasto público, la lucha contra la evasión fiscal y reformas para un desarrollo sostenible y un sólido Estado social.
Los últimos sondeos dan una ventaja del 6 por ciento al partido de oposición, el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) en la intención de voto frente a los conservadores de Nueva Democracia, liderado por Caramanlis.
El 56,4 por ciento de los encuestados no cree que los socialistas alcancen los escaños necesarios para gobernar en solitario, lo que llevaría a convocar a nuevas elecciones de fracasar una coalición de estos con otros partidos de izquierda.
Por otro lado, el 80 por ciento de los preguntados pide a Caramanlis que excluya de las listas de candidatos a diputado a los dirigentes que aparecen implicados en diversos escándalos económicos.
Caramanlis culpó del adelanto de los comicios al líder del PASOK, Giorgos Papandreu, quien según declaró, "mantuvo una postura irresponsable" al rehusar acordar al candidato para el cargo del presidente heleno en 2010, que llevaría a disolver el Parlamento.
A su vez, el portavoz del PASOK, Giorgos Papaconstantinos, manifestó a los medios que "Caramanlis entrega el país y la economía en un peor estado que los recibió hace cinco años" y que no tiene ni la valentía política de reconocer sus errores.
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