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Bolsa de plástico vs bolsa de papel

  • Desde el 1 de septiembre, Carrefour no da bolsas de plástico en Madrid y el País Vasco
  • Comparativa del análisis del ciclo de vida entre una bolsa de plástico y otra de papel
Por L. ALLAVOINE, P. Y M. FLIPPO (TERRA ECO*)
Actualizado 02-09-2009 11:02 CET

Carrefour ha dicho adiós a las bolsas de plástico de un solo uso. La empresa comenzó septiembre con una novedad en su política. Desde ayer, ya no las reparte en sus supermercados de la Comunidad de Madrid y del País Vasco, una medida que se aplica desde el 1 de agosto en Jaén. La idea es ir retirándolas de forma progresiva en la totalidad de centros españoles de la cadena hasta final de año. Se trata de una decisión voluntaria. Y es que en España, al contrario que en otros países, la legislación no obliga a reducir las bolsas de plástico. Y eso que nuestro país es el tercero de Europa en su consumo: cada habitante recibe al año una media de 238, que tardan 400 años en descomponerse, y de las cuales sólo se recicla el 10%. Con motivo de esta medida, recuperamos una noticia publicada el pasado 3 de junio sobre las diferencias entre la bolsa de plástico y la de papel.

Energía fósil

Plástico: de la cuna a la tumba, una bolsa de polietileno de baja densidad (PEBD) necesita 3,3 megajulios de energía no renovable. Y, evidentemente, para fabricar plástico, hace falta petróleo.

Papel: su principal materia prima es la madera, un recurso que vuelve a brotar. Resultado: requiere dos veces menos energía no renovable. Un tanto a favor.

Consumo de agua

Plástico: razonable en el grifo, tan sólo chupa 0,7 litro por bolsa. Esta sobriedad constituye su argumento más contundente.

Papel: el contador revienta. Para una unidad, hace falta casi 8 veces más agua. "Se señala constantemente a la industria papelera con el dedo por su consumo, pero la metodología de los análisis de ciclo de vida (ACV) lleva a contabilizar más de lo que se consume realmente", matiza Philippe Osset, coautor de un estudio comparativo (PDF) realizado por el organismo especializado Ecobilan (1).

Efecto "marea verde"

Plástico: en cuestión de agua, es decididamente ejemplar. Los vertidos de agua tras la fabricación de una bolsa introducen una parte irrelevante de sustancias nutritivas en el medio acuático (organitrogenados y fosfatos). Por consiguiente, no se le puede colgar el San Benito de proliferación excesiva de algas.

Papel: ¡ay! Su potencial de eutrofización, como dicen los de la bata blanca, es 6 veces más notable. Pero "una vez más, las normalizaciones en los cálculos de los ACV arrojan datos exagerados", añade Philippe Osset.

Efecto invernadero

Plástico: a lo largo de todo su ciclo de vida, emite el equivalente a 137 gramos de CO2. Qué tóxico este plástico.

Papel: respiramos algo mejor. Con 30% de emisiones de gas de efecto invernadero menos, esta materia se comporta en este sentido de forma más natural. Desafortunadamente, cuando el objeto se desecha, emite metano por fermentación, un gas de efecto invernadero muy nocivo. En Francia, 27% de las bolsas de papel acaban en el vertedero, según la Agence de l’environnement et de la maîtrise de l’énergie (ADEME, agencia francesa de medio ambiente y control de la energía), contra 62% para las bolsas de plástico.

Residuos

Plástico: el fin de su vida le sitúa en alerta roja "siendo un hecho constatado que la bolsa de plástico no es biodegradable al desecharla y que no se recicla", indica Ecobilan.

Papel: al contrario que su competidora, la bolsa de papel se recicla al 54% según ADEME. De manera que "tan sólo" pesa 30 gramos en residuos finales.

Efecto "lo arrojo por la ventana"

En la caja del súper, surge el drama. Nos hemos vuelto a olvidar del capazo. Bolsa de papel Kraft o de plástico, ¿qué comerciante propone el gesto más verde?

Plástico: abandonado en la naturaleza, constituye un peligro más grave porque "persiste" en el medio ambiente, asegura el estudio. Según ADEME, una bolsa de plástico necesita de 100 a 400 años para degradarse de forma natural.

Papel: Bio-de-gra-da-ble, la bolsa de papel acarrea un riesgo débil para el medio ambiente. Ojo: esto no quiere decir que ahora todos nos tengamos que poner a arrojarlas por la ventanilla del coche.

Balance de un paseo de 'shopping'

Plástico: poca agua para fabricarlo y resiste bien un chaparrón. Aparte de eso...

Papel: patina por su consumo de agua y sus emisiones de gas metano. Sin embargo, cuando se fabrica con una materia renovable, es bio-de-gra-da-ble.

(1) Estudio de evaluación de impactos medioambientales de bolsas distribuidas en tiendas, realizado por Ecobilan en marzo de 2008, para bolsas de papel en Francia, y Procelpac, agrupación francesa de fabricantes de materiales de embalaje a base de celulosa. Se ofrecen resultados para una bolsa de plástico estándar de 25 libros y una bolsa de papel de 36 litros.

* Este artículo se ha publicado originalmente en la edición digital de la revista francesa 'Terra eco'

(Traducción: Carola Paredes)

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