Tarragona.- Alejandro Valverde disfrutó de la primera jornada de descanso "animado y con muchas ganas" y dispuesto a demostrar su condición de favorito en "el comienzo real de la Vuelta", que será la trilogía de etapas compuesta por la contrarreloj de Valencia y las etapas de montaña de Aitana y Xorret de Catí y señaló que su "rival número uno es Ivan Basso".
"Estoy muy animado y con muchas ganas. Era importante salvar las etapas pasadas fuera de nuestro país y ahora que hemos vuelto a España, la Vuelta e cuando, realmente, va a empezar. La primera etapa importante será la crono de Valencia pero creo que habrá que esperar al día siguiente, en el Alto de Aitana, para marcar diferencias.", señaló Valverde.
El líder del Caisse D'Epargne destacó el ambiente de las etapas vividas en Holanda, con un ambiente que "solo se puede vivir en el Tour de Francia".
"El ambiente era increíble, tanto en la salida que a lo largo del recorrido y en la metas, con las carreteras pintadas y banderas españolas en todos los sitios. El aspecto un poco negativo son los recorridos que eran, a veces, bastante peligrosos. Sabemos que en estas tierras es difícil encontrar recorridos alternativos porque hay rotondas y cruces en abundancia en todas las carreteras y al final lo que más importa es haber salido de todo eso sin problemas graves", recordó.
Valverde anduvo muy atento en todas aquellas etapas. Sin duda, para evitar errores que en el pasado le costaron muy caros.
"Sé lo que puede pasar por perder la atención solo unos segundos. En etapas como estas había que estar delante todo el día para evitar trampas y caídas. Creo que lo he hecho bien y contento por no haber perdido tiempo de cara a mis rivales.", manifestó.
Valverde también recordó la caída de Lieja, que dejó magullado a la mitad del pelotón.
"Me encontraba en la trigésima posición, más o menos, muy atento a todo lo que estaba pasando delante. Vi la caída y frené inmediatamente porque me daba tiempo a parar. Cuando pensé que había evitado caerme, llegó un corredor por atrás que venía arrastrado por el suelo. Me dio, me tiró de la bici y me fui al suelo. Fue un golpe seco en el glúteo. Me molesta un poco pero no es nada grave", dijo.
El ciclista murciano sacó rentabilidad de un despiste de algunos rivales en un corte que se produjo en la segunda etapa, concretamente 18 segundos, renta que no debe pesar al final de la Vuelta.
"Dieciocho segundos podrían tener una cierta importancia pero creo que no pesaran mucho al final considerando las dificultades que nos están esperando aunque puedan jugar a mi favor. Creo que mi rival más peligroso va a ser Iván Basso. Lo veo muy fino, muy atento y totalmente centrado en la carrera.", concluyó.
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