Jerusalén.- Los líderes del movimiento colonizador judío se sienten "humillados" por la política del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de quien esperaban un apoyo masivo a la construcción en los asentamientos en Cisjordania.
La sensación de "humillación" y "ridículo" de los líderes del Consejo de asentamientos de Judea y Samaria consta en la minuta de una reunión que Netanyahu celebró en agosto con cuatro dirigentes colonos y de la que da cuenta hoy, miércoles, la prensa local.
"Los dirigentes en Judea y Samaria (nombres bíblicos de Cisjordania) están hoy en una situación de humillación y ridiculización. Nunca hubo un período tan malo", dice el texto que uno de los participantes, Eyal Gabai, director de la oficina de Netanyahu, difundió entre los medios israelíes.
Según el documento, los colonos esperaban de Netanyahu un impulso a la construcción en los asentamientos en territorio palestino ocupado, donde actualmente residen unos 240.000 colonos judíos.
"Antes de las elecciones (de febrero) se hablaba de construcción en los bloques de asentamientos. Ahora no vemos el final, todo está congelado", se quejaron los colonos a Netanyahu.
Entre los cuatro participantes colonos estaban el alcalde de los dos únicos asentamientos que Israel tiene declarados como ciudades, Maale Adumim y Ariel, ambos del partido del primer ministro, el Likud.
Para los líderes colonos, la congelación de la construcción tiene, además de implicaciones políticas para las aspiraciones anexionistas de Israel, un severo impacto económico, al frenar la venta de tierras y los proyectos.
"Hay una gran frustración entre las autoridades de (los asentamientos) en Judea y Samaria", se quejó el alcalde de Gush Etzión, Shaul Goldstein, también del Likud.
Desde que Netanyahu alcanzó la jefatura del gobierno israelí, hace seis meses, se han intensificado las presiones palestinas y estadounidenses para que declare un alto a la construcción en los asentamientos, que la comunidad internacional considera el principal obstáculo al proceso de paz.
El presidente palestino, Mahmud Abás, se niega a reactivar el proceso negociador -interrumpido desde finales de 2008 a causa de la convocatoria de elecciones anticipadas que se celebraron en febrero- mientras Israel no suspenda la expansión de las colonias.
Estados Unidos, bajo la dirección del presidente Barack Obama, se ha sumado a esta exigencia, y trata de conseguir de Netanyahu una declaración pública al respecto a cambio de algún tipo de gesto de normalización por parte de varios países árabes.
El primer ministro israelí, que está al frente del gobierno con el apoyo de la derecha y parte del movimiento colonizador, se ve imposibilitado de hacer esa declaración, debido a que podría verse abandonado por estos partidos y quedarse en minoría parlamentaria.
El alcalde de Ariel, Ron Nachman, veterano del Likud, reconoció en la reunión que "el primer ministro no puede enfrentarse sólo a todo el mundo", y le extendió el apoyo de los líderes del movimiento colonizador "si transmite un mensaje claro" sobre la continuación de la construcción".
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