BRISBANE (AUSTRALIA).- En estos tiempos en los que todo el mundo anda adoptando ballenas, carreteras e incluso abuelos, ¿por qué no un pato... de goma? Lo único que hay que pensar, como siempre, es que es por una buena causa. "¿Cuántos te pongo? Uno por 3 euros, una familia de 4 por 8 euros, una bandada de 7 por 15, una de 16 por 30 euros, 60 euros por una flotilla de 35 y, por 145 euros, ¡seguro que llenas la bañera con 100 patos!".
Bueno, en realidad no es en la bañera donde suelen acabar estos simpáticos patos aquí, en el sudeste de Queensland, Australia, sino más bien en el río Brisbane. Este año la Gran Carrera de Patos (The Great Brisbane Duck Race) se celebrará el 26 de septiembre, en pleno Festival de Brisbane e intentará batir récord: quieren 30.000 patos en el agua. Estas intrépidas aves de goma amarilla tienen que ‘nadar’ 100 metros en el río delante de la Gran Noria (Big Wheel), en el Parque Cultural de South Bank. Van a favor de la corriente, así que no suele ser un recorrido demasiado extenuante y están numeradas.
El año pasado la carrera fue retransmitida por televisión, por el programa Sunrise del Canal 7, y hubo 18.000 competidores. El dueño del pato ganador se llevó no sólo el aplauso general de la multitud vitoreante —que siempre es emocionante— sino también, y quizá, como recuerdo más memorable, un Mitsubishi Colt VRX. Aunque como el hombre acababa de cumplir los 90 años, no estoy muy segura de que lo vaya a disfrutar mucho.
Este año los patrocinadores son Sci-Fleet Toyota, así que el ganador se llevará un Toyota Yaris. Como veis, un altísimo rendimiento para una pequeña inversión de 3 euros.
¿Y la buena causa? Ah, todos los beneficios son para la Fundación del Hospital Princess Alexandra (PA Research Foundation) dedicada a la investigación del cáncer. Una causa que nos beneficia a todos si consideramos, por ejemplo, que, gracias en parte a esta organización, se consiguen importantes descubrimientos como los del equipo del profesor Devinder Gill y el doctor Nigel McMillandel del Hospital Princess Alexandra (PA) y el Instituto Diamantina de la Universidad de Queensland sobre los linfocitos B, que podrían llevar a la cura de la leucemia linfática crónica (LLC), la forma más frecuente de leucemia en los países occidentales.
El año pasado la Gran Carrera de Patos consiguió recaudar 38.000 euros. Este año, si batimos el récord, podría ser casi el doble. No os preocupéis, que a los patos perdedores no se les abandona a su suerte. La organización Maritime Safety Queensland de la región de Brisbane está preparadísima para estas eventualidades y, con dos barcos, una barrera de contención de las que tienen preparadas por si hay un vertido de petróleo y unos cuantos salabardos son pocos los que consiguen escapar.
El Festival de Brisbane comenzará el 12 de septiembre y, por supuesto, este año promete ser mejor que nunca. Comenzará la noche de apertura con el sensacional Riverfire, el Río de Fuego, que es un despliegue espectacular de fuegos artificiales coreografiado con música transmitida por la radio local y que tiene lugar a lo largo de los 5 km por los que se extiende el río. Los fuegos pirotécnicos se lanzarán desde los rascacielos de la ciudad, barcos, los bancos del río y, para finalizar, los aviones F-111 descenderán ensordecedoramente y llevarán a cabo el famoso 'dump and burn', en el que se quema combustible a mogollón.
Después siguen tres semanas de locura festivalera. En el Queensland Performing Arts Centre hay conciertos y ballet con ofertas como Chucho Valdés, el padrino del jazz latino, la vibrante Mariza, el Cloud Gate Dance Theatre de Taiwán o el ballet de Queensland con una pieza llamada ‘…with attitude 2009’ . Más música habrá en el QUT Spiegeltent, parte pub belga, parte cabaret, con sus ventanas de vidriera pintadas, bellos espejos y gruesas cortinas de terciopelo, será el perfecto marco para más de 70 eventos como los eclécticos neozelandeses Bazucada Sound Machina, la mezcla de jazz y de flamenco de En Garde, la voz penetrante de Anita Lester, el violín de Jonathan Dreyfus y la guitarra del incomparable Adrian Sergovich en Me and the Grownups o las relajantes tardes de jazz de los tres domingos del festival.
Si te gustan las artes escénicas, el Brisbane Powerhouse presenta obras imaginarias como las aventuras de Tashi y contemporáneas como la galardonada There del grupo de Melbourne Elbow Room. También, The Carnival Edge en el Parque Cultural de South Bank nos ofrece un programa de divina comedia, cabaret vanguardista y circo loco con Philip Escoffey y Seis cosas imposibles antes de cenar (Six Imposible Things Before Dinner), el Corral Mutante del único, grotesco e incomparable Space Cowboy o la magia estrambótica de Paul Zenon.
El Simposio del Río (the River Symposium), en su duodécima edición, vuelve con conferencias y debates sobre cómo mejorar la gestión y la calidad del agua y de los ríos a nivel mundial. Y, si no te apetece salir de casa, no te preocupes, que, después del éxito que tuvieron el año pasado los conciertos 'en el patio de tu casa', este año habrá diez conciertos en casa de uno de tus vecinos. Richard y Marg Anderson de Hamilton te invitan a su patio a ver Pear and the Awkward Orchestra, Pat y Marie Nolan de Norman Park a Mzaza, Diana Davies de Everton Park te invita a ver a la cantante de soul Ngaiire y así muchos más. Las plazas son limitadas así que, ¿si no estás en Brisbane, a qué esperas?
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