Ankara.- Decenas de miles de kurdos participaron hoy en una concentración para reclamar "una paz honorable" y demandaron que el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) se siente en una hipotética mesa de negociaciones con el Estado turco.
La reunión, convocada por el pro kurdo Partido de la Sociedad Democrática (DTP) en Diyarbakir, al sureste del país, se produce cuando tanto desde el Gobierno turco como desde el PKK se suceden los gestos para resolver un conflicto que ha causado más de 40.000 muertes desde 1984, en la lucha de los kurdos por su soberanía.
Durante el encuentro, se anunció que el PKK extenderá su anunciado alto el fuego, que expiraba hoy, hasta el fin del Ramadán el 23 de septiembre.
Ahmet Turk, dirigente del DTP, criticó hoy a la oposición por calificar de traición los anuncios del Ejecutivo sobre una iniciativa de paz, al tiempo que acusó al gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo de no ser sincero en sus planteamientos sobre el fin del conflicto.
El dirigente kurdo subrayó que su formación trabajará por la paz, aunque advirtió de que sus esfuerzos tienen un límite, pero sobre todo Turk defendió la presencia del PKK, considerado terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, en una futura mesa de negociaciones.
"Aquellos que han estado luchando y dejando sus vidas desde hace treinta años también tendrían que estar en las negociaciones de paz", dijo el político kurdo.
Su mensaje fue contestado desde el Gobierno por Huseyin Celik, consejero en cuestiones kurdas del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, quien aseguró que incluir a una organización terrorista no conduciría a una solución.
Turk recordó que Abdullah Öcalan, fundador del PKK y en prisión desde 1998, ha preparado una "hoja de ruta" para resolver el conflicto kurdo y se refirió a este documento como "la llave de la solución".
El contenido de las 160 páginas de este plan de paz estaba previsto que se diera a conocer hoy, lo que finalmente no fue posible porque los abogados de Öcalan aún no han podido recoger el documento.
Desde la tribuna de oradores en el acto, varios dirigentes reclamaron una nueva Constitución para Turquía y que tanto el PKK como el Ejército turco silencien las armas.
"Como un hijo kurdo, me levanto y digo que, desde hoy, las balas disparadas contra soldados sean disparadas contra mí", reclamó el alcalde de Diyarbakir, Osmar Baydemir, militante del DTP, en relación a los últimos cuatro soldados asesinados por el PKK, hace dos días.
Exigió el mismo compromiso por parte de los políticos turcos en relación a las operaciones militares contra el PKK.
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